Es un vestido fluido de corte midi, cuello a caja y manga larga, con fruncido de nido de abeja en los puños y en la cintura, lo cual permite acentuar su figura. En su día costaba 49,95 euros y estuvo rebajado a 29,95 euros, justo en el momento en el que la Reina lo llevó por primera vez. Lo ha combinado con una llamativa cartera de mano XL en color fucsia de Adolfo Dominguez que también llevó en la anterior ocasión e innova con unos salones de ante en rosa pastel. Como joyas lleva unos pendientes de piedras bicolor.