Se trata de un dos piezas bicolor, con una chaqueta abotonada con peplum y confeccionada en tweed blanco. Su corte a la altura de la cintura encaja a la perfección con el talle alto de la falda, que es de raso azul noche, con una bonita caída y un largo a la altura de la rodilla. Además, lleva los zapatos a juego: unos salones con algo de plataforma, uno de sus trucos favoritos para resistir a los tacones. En cuanto al resto de complementos opta por unos pendientes en dos tonos, a juego de su estilismo y una cartera de mano de piel que sigue la misma línea cromática en azul. Sin embargo, vemos ligeros cambios con respecto a cómo lo lució en anteriores ocasiones. En primer lugar, en su beauty look: si esta vez ha llevado la melena suelta con raya a un lado, la primera vez que lo estrenó, en noviembre de 2014 durante una visita oficial a Bélgica, llevó un recogido con trenzas, uno de los favoritos de la Reina.