El príncipe Harry y su mujer, Meghan Markle, pasaron unos emocionantes días en la nieve con motivo de la preparación de los Juegos Invictus 2025, competición deportiva de la cual son padrinos. Estuvieron en Columbia Británica, Canadá, más específicamente la ciudad de Whistler, para echar un ojo a los campos de entrenamiento y, cómo no, disfrutar del esquí, una afición que la pareja comparte y que ambos practican desde la infancia.
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Lujo silencioso
Inmediatamente llamó la atención de estas imágenes el vestuario con el que la duquesa de Sussex se subió a los esquís, no solo por su estilo clásico (en línea con la estética del lujo silencioso que tanto le gusta) sino por las cifas que marcan las etiquetas de cada una de estas prendas. Y es que podríamos decir, sacando cuentas rápidamente, que suman un total de casi 50.000 euros.
Un luminoso look de esquí
Comenzamos por su maxiabrigo acolchado color marfil, de Calvin Klein, que aunque está agotado porque pertenece a la temporada pasada, sabemos que se vendía por casi 300 euros. Es la segunda pieza más asequible del look, después de sus botas Joan of Arc, de Sorel, que están rebajadas de 215 a 150 euros. Su top de cashmere marfil, de CO, tiene un precio de 634,95 euros, mientras que su gorrito de cashmere con pompón, de Burberry, está disponible por 484 dólares en plataformas multimarca de Estados Unidos.
Joyas de oro y diamantes
Meghan cambió el abrigo largo por este formato de plumas corto, de Hermès, que además es reversible. Tiene un precio de 3.000 euros. No escatimó en joyas, sin embargo, puesto que llevó el brazalete Diamond Hex Tennis, de Ariel Gordon Jewerly (5.500 dólares) y anillos apilables en oro amarillo con diamantes, de Birks, que cuyo valor total es de aproximadamente 9.500 euros.
Una funda para móvil
Entre sus accesorios más modestos, encontramos una funda de silicona negra con el motivo Intreccio de Bottega Veneta para su iPhone 14 Pro. No desconcierta, dada la firma, que se venda por 190 euros. Las gafas sol que llevó la Duquesa durante todo el viaje son las Midnight Drama, de Blenders, en color negro brillante. Su precio es de 64 dórales estadounidenses.
Botas de montaña rebajadas
Sorprendentemente, Meghan optó por vaqueros pitillo en color negro para su escapada a las montañas nevadas de Columbia Británica. Son el modelo Valerie, de La Ligne (185 euros), y los combinó con las botas Sienna, de Kamik, en piel marrón chocolate con detalle de guateado. Su precio habitual es de 150 euros, pero estás de suerte porque nos encontramos en pleno período de rebajas.
Protegerse del frío con cashmere
Las bajas temperaturas obligaron a Meghan a incorporar un gorrito de cashmere edición limitada de la línea Babaton, de Aritzia, con una bufanda a juego en tono medianoche de la misma firma estadounidense, conocida por sus propuestas de lujo asequible.
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Una capa de alpaca
Para visitar el Centro Comunitario de Hillcrest, en Vancouver, Meghan cambió la indumentaria deportiva por esta elegantísima capa con solapas de tipo chal en lana de alpaca bebé color camel oscuro, un diseño de la canadiense Sentaler (1.345 dólares). Debajo, aunque apenas se aprecia, lució un jersey de cuello a la caja en punto sostenible, de Bleusalt (132 dólares), con los mismos pitillos negros de La Ligne. Sus botas ecuestres de piel de becerro son de CO (1.195 dólares).
Mucha elegancia con sus guantes largos
Esta vez, la duquesa de Sussex recogió su melena en una coleta baja pulida con la raya hacia un lado, peinado que nos permitió ver que llevaba los pendientes Gold Signature Link Double Cross, de Anine Bing (250 euros en SSENSE). Para añadir un toque todavía más sofisticado al estilismo y, aun así, protegerse del frío, se decantó por unos guantes largos en ante italiano color caqui, de Max Mara. Los compró en 2019, pero modelos similares de napa en la web se venden por alrededor de 209 euros.