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El pasado 31 de mayo, el pueblo danés recibió una sorprendente noticia por parte de la reina Margarita. La soberana anunció a todo el mundo que el próximo 14 de enero abdicaría y sería su hijo mayor, el príncipe Federico, quien subiría al trono junto a su esposa, Mary, quien será la nueva Reina de los daneses. Por este modo, fue muy significativo y, por lo tanto, histórico su look durante el banquete de Año Nuevo que se celebró el palacio real de Amalienborg el 1 de enero. Ese día la australiana recuperó un fabuloso vestido de terciopelo burdeos que, curiosamente, ya había llevado hasta en cuatro ocasiones previas en este mismo acto tradicional.
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Otro acto tradicional en Dinamarca
Hoy, la tradición vuelve a figurar en la agenda de la futura Reina de los danesas (solo quedan 11 días para que reciba oficialmente su titulo). Y es que como viene siendo habitual en los primeros días del año se ha celebrado una recepción de Año Nuevo al cuerpo diplomático en el palacio de Christiansborg, cita en la que no ha faltado Margarita de Dinamarca. Para este 2024, Mary, que acudió acompañada de su marido, el futuro rey Federico X, volvió a demostrar su pasión por reciclar vestidos de gala con sumo acierto e, incluso, hacer que parezcan nuevos mediante modificaciones que pueden ir desde cambiar un pequeño detalle a transforma la forma de la pieza.
Su éxito transformando vestidos de gala
En esta ocasión, Mary de Dinamarca ha querido recuperar un vestido largo en color azul eléctrico que tiene manga larga, cintura ligeramente entallada y falda de corte recto. Una vibrante creación de Heartmade que pone su énfasis estilístico en su cuello de elegante estilo mao, lo cual dota al modelo de un sutil aire oriental. Esta apuesta de gala la ha recuperado la Princesa en numerosas ocasiones y, por ejemplo, fue la misma que llevó en la recepción al cuerpo diplomático por Año Nuevo en 2012. Sin embargo, aquel día lo acompañó de un fino cinturón con ricos bordados al tono, lo que lo hizo lucir diferente.
Brillantes joyas de rubíes con historia
Creando contraste con el color azul eléctrico de su vestido con cuello mao y manga larga, Mary de Dinamarca se ha decantado por el color encarnado de varias joyas de rubíes. Entre ellas, podemos ver un gran broche. Esta pieza que prende a la altura de su pecho pertenece a la histórica parure de rubíes que recibió tras su compromiso con Federico en 2003 por expreso deseo de la reina Ingrid, madre de la reina Margarita. Originariamente, este conjunto de piezas data de 1804.
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