A pocas horas de celebrar la cena de Nochebuena, la Familia Real sueca ha cumplido con el último de sus actos sociales y, como es tradición, han acudido a una de las instalaciones de los servicios públicos del país para ver cómo funcionan. Así, si el año pasado se interesaron por el depósito de tráfico local en Ulvsunda, en Estocolmo, en esta ocasión, tanto Victoria de Suecia como su marido el príncipe Daniel y sus dos hijos, la princesa Estelle y el príncipe Óscar, han acudido al emplazamiento del control de aduanas del puerto de Värtahamnen, en la capital sueca, para conocer de primera mano su funcionamiento.
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La familia, que ha posado muy unida y sonriente, ha acudido muy abrigada debido a las bajas temperaturas del país, y a pesar de estar acostumbrados a ese frío tan invernal, todos han lucido prendas de abrigo que se han quitado, salvo la princesa Estelle, una vez han entrado en las instalaciones del puerto.
Lo más curioso ha sido el guiño que Victoria de Suecia ha querido hacer a su hija al lucir una réplica de su abrigo favorito, de la firma sueca Stand Studio. Así, las dos han optado por un sobretodo de pelo con solapas y en color beis muy bonito que quedaba a la perfección con el look de ambas. Por un lado, la princesa Estelle, que ya se lo ha puesto en varias ocasiones, lo ha conjuntado con una minifalda estampada que ha llevado con unos leotardos blancos y unos botines negros, y por otro, Victoria lo ha lucido con un conjunto rojo ideal compuesto por una falda midi de tablas y una chaqueta cruzada a la que se le superponía un fino cinturón de piel negro. Todo, combinado con unos botines muy parecidos a los de su hija.
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Una jornada de lo más divertida antes de la gran cena de Navidad en la que los pequeños de la familia se lo han pasado en grande jugando con los perros y descubriendo los secretos de este importante servicio. Una visita que nos ha dejado imágenes tan bonitas cómo esta, donde Victoria de Suecia mira tiernamente a su marido mientras él abraza y besa cariñosamente a su hija.
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