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Han pasado 26 años desde el trágico accidente que acabó con su vida, pero, a día de hoy, Diana de Gales continúa siendo un auténtico icono y tiene gran influencia no solo en la vida de sus hijos, sino también en ámbitos como la moda. Es indiscutible que la recordada princesa marcó un antes y un después en la industria, los diseñadores siguen volviendo a sus looks, millones de mujeres en todo el mundo se inspiran todavía en su estética y hay quien está dispuesto a pagar cifras astronómicas por conseguir algunas de las piezas de su armario. Tal es así que se acaba de vender uno de sus vestidos por ¡un millón de euros!
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Diana, icono eterno
La casa de subastas Julien's Auctions ha anunciado hace unas horas que uno de los impresionantes vestidos de Diana se ha vendido a un comprador anónimo por 1.148.080 dólares, es decir, cerca de un millón de euros, a pesar de que inicialmente se calculaba que se podía alcanzar la cifra de 100.000 dólares, por lo que el 'efecto Diana' ha vuelto a superar todas las expectativas. No es, ni mucho menos, el primer vestido de la Princesa que se subasta, pero sí el que más dinero ha recaudado por goleada, puesto que, hasta ahora, el récord estaba en 604.800 dólares (unos 551.000 euros).
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No es la primera vez que se subasta este vestido
La prenda en cuestión se trata de un modelo muy viajero del diseñador Jacques Azagury, ya que la por aquel entonces mujer de Carlos de Inglaterra lo lució en una visita a Florencia en abril de 1985 y, un año más tarde, en la Orquesta Sinfónica de Vancouver. Muy fiel a las últimas tendencias de la moda de la época, el vestido contaba con cuerpo de terciopelo decorado con bordados brillantes de estrellas, discreto cuello barco y hombreras marcadas. De la cadera partía una falda midi de organza en un intenso tono azul intenso con lazada.
El vestido perteneció anteriormente a la revista People, empresa que pagó 25.000 euros en una subasta que organizó la propia Diana antes de fallecer. En 2013 lo cedieron temporalmente a la exposición Fashion Rules que tuvo lugar en el palacio de Kensignton, donde la gente pudo ver de cerca parte del armario de la madre de los príncipes Harry y Guillermo.
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Jacques Azagury declaraba recientemente al citado medio británico que "Diana siempre estaba muy emocionada por la moda, y sabía que a la gente le encantaba ver con qué vestido sorprendía, tanto si la esperaban en la calle o si la veían en televisión". Por eso, según el diseñador, "empleaba mucho tiempo en asegurarse de que todo estaba perfecto, eligiendo los zapatos y joyas perfectos". Además, confesaba que la relación entre ambos era muy especial, y que una de sus pertenencias más preciadas es "una foto enmarcada que la Princesa le envió la mañana que se iba a Francia, un viaje del que no regresó".