La increíble evolución de la reina Letizia en su cita con el periodismo: de clásica a escultural

Arriesga y gana. Los looks que desde 2004 ha llevado doña Letizia al Premio de Periodismo Francisco Cerecedo han sido transgresores, pero también nos han permitido ver la evolución de su estilo como también comprobamos en citas significativas como los Premios Princesa de Asturias o el Día de la Hispanidad. Inolvidables e históricos han sido sus estilismos que van desde un minivestido que llevó sin medias y se hizo viral en 2017 a otros históricos como el diseño escultural de 2022. Una a una, analizamos todas sus apuestas de moda en este galardón que se entrega hoy 27 de noviembre de 2023.

Un diseño que esculpía la figura

En 2022, doña Letizia recuperó uno de los vestidos más impresionantes que había estrenado en los Premios Princesa de Asturias. Concretamente, era el diseño que lució en 2018. Obra de Felipe Varela y creado en exclusiva para aquel evento, era una creación de líneas rectas con bordados a mano con hilo, cristal y metal azul noche. En estos premios periodísticos, la Reina lo combinó con unos salones acharolados y con punta afilada, de Prada; sus pendientes con forma de lágrima de la firma italiana De Grisogono y bolso de mano, también de Felipe Varela.

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Llamativos flecos

En la 36ª edición de este premio (2021), la reina Letizia recicló un vestido tubo en color negro, pero que se realza con un dramático escote de rejilla desde el cual nace una cascada de largos flecos hasta la cadera. Se trataba de una creación de Hugo Boss que estrenó el 3 de diciembre de 2019 para acudir a la entrega de los galardones Mariano de Cavia. Lo acompañó de unos salones de Manolo Blahnik, cartera de mano de Nina Ricci, pendientes de Tous y su anillo de Karen Hallam. Lo volvió a llevar el 27 de marzo de 2023 en Cádiz.

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Un vestido italiano con original falda

En la edición de 2020, doña Letizia recicló un diseño italiano que había estrenado dos años antes. Se trataba de una propuesta de Emporio Armani que lució en el concierto previo a la entrega de los Premios Princesa de Asturias de 2018 y con la rompió la tradición de vestir de Felipe Varela. En un primer vistazo, parece un vestido muy sobrio por su color negro, sin embargo, tiene detalles que lo magnifican como unos volantes a la altura de una de las caderas y una abertura en la falda que aporta un toque sensual a la prenda. Como complementos, lució sus zapatos en piel de serpiente de Manolo Blahnik y el clutch modelo Knot de Bottega Veneta. Culminó su estilismo con unos pendientes de aro con brillantes de los que se desconoce la firma y su anillo de Karen Hallam.

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La elección más ricamente exótica

En 2019, doña Letizia mostró su imagen más elegante y sublime con una apuesta que formó parte de sus looks más aplaudidos del año. En concreto, se decantó por un vestido midi de Dries Van Noten en color negro con brocados florales en dorado y hombros adornados con paillettes. Lo acompañó de complementos de Magrit a juego y unos pendientes que combinaban dos flores de distinto tamaño de Helena Nicolau. Lo recuperaría el 15 de junio de 2021.

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Un clutch que comparte con otras royals

En la edición de 2018, estrenó un vestido midi que se aleja de la sensualidad del corte mini del que lució en 2017. Sin embargo, es su escote el que recuperó el lado más atrevido de la Reina. Acompañando a esta creación de Carolina Herrera, doña Letizia mostró un clutch trenzado nuevo en su vestidor, de la firma Bottega Veneta; que se coordina a la perfección con este diseño. El Knot se trata de un accesorio icónico de esta marca italiana (1.400 euros) y que también poseen otras royals. También llevó salones bicolor de Magrit, negros en la puntera y blancos en el talón. Y como joyas, destacan unos pendientes de diamantes con forma de aro de Coolook.

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Su look más viral

En 2017, el look de la Reina no convenció a todo el mundo. Aunque el diseño blanco y negro con volantes de Teresa Helbig era impactante, dos detalles hicieron que su elección fuera objeto de debate. Por un lado, su largo no llegó convencer: al ser un evento de noche, no todos aprobaron su corte mini como apropiado. Por otro, no llevar medias causó un efecto de asombro, pues su estilismo parecía más adecuarse a meses cálidos que a las bajas temperaturas de finales de noviembre, fecha en la que se celebró este premio aquel año.

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Un moderno top de cuero con tachuelas

En 2016, doña Letizia apostó por un total look en negro con el que impactó al incluir un cañero top de cuero y tachuelas al tono. Una prenda de Uterqüe (la ha recuperado en varias ocasiones) que combinó con unos pantalones sastre al tono, cartera del mismo sello de Inditex, y salones a juego de Lodi. Sus labios en rojo pusieron un toque de color a su estilismo.

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Su elegante vestido-esmoquin

No es habitual en su vestidor, pero la Reina acertó con este vestido negro con doble botonadura frontal que se inspiraba en un esmoquin en 2015. Una creación de Felipe Varela que acompañaba de un bolso de mano al tono y realzado con un bordado con forma de pluma en color bronce de Inés Figadero; unos salones acharolados y pendientes largos de Tous.

Semitransparencias con bordados florales

En 2014, doña Letizia quiso volver a ir sobre seguro con una apuesta completamente en negro. Sin embargo, rompió con la sobriedad al lucir un top semitransparente con bordados florales de lentejuelas. Una prenda que había estrenado previamente en los Premios Princesa de Asturias de 2012.

El cinturón que marcó tendencia

En 2013, la por aquel entonces princesa de Asturias eligió un mono satinado (de Hugo Boss) como apuesta innovadora para esta cita. Lo acompañó de un rompedor cinturón en tono metalizado y muy ancho, salones abotinados con calados (también de Hugo Boss) y cartera de mano con lentejuelas.

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Un estreno por partida doble

En 2012, doña Letizia estrenó vestido y, con él, incorporó nueva firma a su armario, SIU Fashion. Una creación midi con detalle de pasamanería y pedrería en el frontal con efecto óptico muy estilizador. Lo complementó con zapatos estilo Mary Jane en tono nude, de Nina Ricci.

Con estratégico estampado

En 2011, doña Letizia apostó por un minivestido negro con estampado floral en color rojo con el que rompía la linealidad de la silueta (modelo Kianga de Hugo Boss). Lo combinó con complementos al tono (como unas sandalias de tiras anchas de Magrit) y medias semitransparentes.

Su look con pieles

En 2010, doña Letizia apostó por un vestido negro con volantes en el pecho de Hugo Boss, que combinó con una cazadora de pelo gris de Armand Basi que incorporaba capucha (un detalle que se aleja de las elecciones más tradicionales para este tipo de actos). Como contraste, lució unos salones tipo peep toes con plataforma y un brazalete metalizado en su antebrazo. En este año, lució sus pendientes con forma de estrella de Chanel.

Su LBD con sello made in Spain

En 2009, doña Letizia confió en moda española para encontrar un diseño básico y muy favorecedor: un vestido negro con falda de vuelo, de Devota & Lomba. Lo combinó con complementos al tono.

El traje sastre que no es como los demás

En 2008, doña Letizia apostó por una reinvención del clásico traje sastre con un conjunto de chaqueta de terciopelo con abalorios de cristal y pantalón satinado con pernera acampanada. 

Hombros realzados

En 2007, doña Letizia apostó por el total look que ha dominado sus elecciones para este acto, pero incorporó a su estilismo una chaqueta con detalle de pelo que realzaba sus hombros. Como bolso, llevó una cartera de mano adornada con pedrería, de Tod's (modelo Marlene).

Su elección antes de ser madre por primera vez

En 2005, doña Letizia acudió a estos premios un mes antes de dar a luz a la princesa Leonor. Para la ocasión, llevó un conjunto en negro que acompañaba de una chaqueta de terciopelo con estampado multicolor de círculos. Como bolso, se decantó por un modelo de asa corta, en sintonía con los que definían la imagen de la reina Isabel II.

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El clasicismo de su debut

En 2004 (primer año en el que acudía a este premio), doña Letizia mostró su imagen más clásica en estos premios con un conjunto en tono marrón del que destacaba una chaqueta con bordados florales y cinturón superpuesto con hebilla de pedrería.