Por invitación de Carlos III, del 21 al 23 de noviembre, el presidente de la República de Corea, Yoon Suk Yeol, y la primera dama, Kim Keon Hee, estarán de visita de Estado en Reino Unido y allí participarán en diversos encuentros con la Familia Real, entre los que destaca el ansiado banquete que ha tenido lugar esta primera noche en el palacio de Buckingham. Esto significa que, tan solo unas horas después de la recepción ceremonial ofrecida al mandatario del país asiático, donde pudimos ver a la princesa de Gales lucirse con un elegantísimo ensamblaje rojo (tocado incluido), hemos disfrutado a su vez de un nuevo look de gala por parte de Kate. Lo que no esperábamos es que, como parte de este posado, fuésemos testigos de la reaparición de una pieza histórica de joyería.
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La princesa de Gales rescata la tiara 'Strathmore Rose'
La princesa de Gales nos ha conquistado en este banquete con un maravilloso vestido blanco de gala con efecto capa sobre los hombros que recuerda inevitablemente al diseño nupcial de Jenny Packham, con pedrería y lentejuelas en forma de estrellas, que Kate debutó el 22 de noviembre de 2022 durante un banquete ofrecido al presidente de Sudáfrica. El modelo que luce este martes, no obstante, presenta en su lugar unos delicados bordados de flores en hilo metalizado, como guiño a la tiara por la que se ha decidido esta noche especial.
Y es que no se trata de las habituales en el repertorio de Kate, como la Lotus Flower o la Lover's Knot (que en definitiva es su predilecta), porque la mujer del príncipe Guillermo ha aprovechado el banquete para rescatar del joyero de Isabel II una tiara que no se había usado en público desde hace 90 años.
La tiara Strathmore Rose fue el versátil regalo de bodas que la Reina Madre recibió de su padre, el conde de Strathmore, y que no se había usado públicamente en casi 90 años hasta que apareció en la Princesa de Gales esta noche. Cuando se casó con el duque de York en 1923, la madre de Isabel II aún no estaba destinada a reinar, pero sus padres decidieron que una nueva duquesa necesitaba una tiara a la altura de su título, así que le regalaron esta pieza floral, que adquirieron a través de Catchpole and Williams, un comerciante con sede en Londres.
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¡Llevaba 90 años sin usarse!
En el libro The Queen's Diamonds, Hugh Roberts señala que, aunque la pieza se compró en la década de 1920, se fabricó en Inglaterra a finales del siglo XIX. También revela que las flores, que se pueden quitar para usarse como broches, originalmente podrían cambiarse por cinco zafiros engastados en collares. Sin embargo, la Reina Madre solo lució esta creación durante su juventud, siendo una visita a la Ópera a principios de la década de 1930 su última vez.
Ni la reina Isabel II ni la también desaparecida Diana de Gales ostentaron en público la tiara Strathmore Rose, que además está confeccionada para llevarse de dos formas diferentes, tanto sobre la cabeza como sobre la frente, a modo de bandana.
De hecho, podemos ver en la fotografía -capturada alrededor de 1926- que así la portaba la Reina Madre, siguiendo las tendencias de moda de los años 20. Después de décadas sin saber su paradero, comenzó especularse que esta había desaparecido sin dejar rastro o que había sufrido algún daño a su estructura, pero la Familia Real disipó cualquier especulación al respecto cuando inauguró una exhibición en el Victoria and Albert Museum, en 2002, donde figuraba la tiara Strathmore Rose.
Es imposible negar que la tiara ha atrapado toda nuestra atención esta noche, pero el resto de complementos que adornan el look de gala de Kate no son menos impresionantes, solo que ya los había llevado en anteriores oportunidades. Más allá de la esperada aparición de sus clásicos guantes de ópera blancos, un accesorio con historia que a la Princesa le fascina reivindicar, encontramos que ha repetido su bolso de mano en satén color blanco con cierre de perlas, de Anya Hindmarch, así como unos pendientes vintage de Isabel II realizados con brillantes que datan de principios del siglo XIX.
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