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Un año más, la familia Grimaldi se reúne en la catedral de Nuestra Señora Inmaculada del Principado de Mónaco para asistir a una solemne misa de acción de gracias y un Te Deum, un cántico que la tradición católica le atribuye a los Santos Ambrosio y Agustín y que ha estado celebrado por Mons. Dominique-Marie David, arzobispo de Mónaco.
Al igual que ha sucedido en cada uno de los actos anteriores en esta jornada en la que se celebra el Día Nacional de Mónaco, (también llamado Día del Príncipe), la entrada a la basílica ha estado repleta de grandes estilismos, entre los que ha destacado el de la princesa Charlene gracias a su look rojo de arriba a abajo. De esta manera, ha hecho un bonito guiño a la Casa Grimaldi, ya que el cuadrado en este tono es el símbolo que les representa en la bandera nacional monegasca.
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Así tras haber dejado atrás sus problemas de salud y encontrarse más recuperada, la princesa Charlene acudió junto al resto de la familia real a la celebración el año pasado y hoy también ha estado presente junto a el príncipe Alberto, al que agarraba del brazo, para presidir esta cita tan especial e importante para Mónaco. Sin duda, esto supone la confirmación de que se encuentra perfectamente, algo que ha demostrado al lucir impecable gracias a su total look en rojo: un vestido de corte midi y escote redondeado al que se le superpornía un abrigo de paño con doble botonadura y amplias solapas del mismo color. Además, Charlene ha acertado una vez más con la elección de sus complementos, al decantarse por combinar un bonito y clásico tocado de Stephen Jones que caía sobre uno de los lados de la cabeza, unos guantes y unas botas altas de tacón de ante del diseñador español Manolo Blahnik.
© Getty ImagesCarolina de Mónaco se fija en el vestido rojo más icónico de doña Letizia
Este look alegre completamente rojo y tan favorecedor para la fría mañana de Mónaco, contrasta con el que lució el año pasado, cuando se decantó por un estilismo clásico en blanco y negro firmado por Akris. A la salida de la catedral de Nuestra Señora Inmaculada, también hemos podido ver a las hermanas del príncipe Alberto, Estefanía y Carolina, que tan elegantes como siempre, han seguido a los príncipes para saludar al arzobispo de Mónaco.
© Getty ImagesSin embargo, una vez más la atención estaba puesta en los pequeños detalles, esos con los que la princesa Charlene rinde un homenaje tanto al Principado como a la familia real. Así, ha optado por estrenar unos preciosos pendientes con los colores de Mónaco elaborados en diamantes y rubíes de su colección de 2016 de la firma de joyería Graff. Tampoco ha faltado la medalla con la bandera nacional colocada sobre la solapa del abrigo.
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Para completar el estilismo, Charlene de Mónaco no ha querido arriesgar con el maquillaje y ha optado por un beauty look muy sutil. Ha marcado la mirada con delineador marrón en ambos párpados y ha añadido máscara de pestañas para potenciar el efecto. En los labios, un labial muy natural con un toque anaranjado muy leve que le favorecía mucho. En cuanto a la melena, la ha colocado peinada hacia a un lado con algo de flequillo sobre su frente y recogido perfectamente detrás de la oreja.
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