Ayer se celebró el Día Mundial de la Salud Mental, una causa cada vez más visibilizada con la que muchos royals han demostrado estar muy comprometidos. Si por la mañana era la reina Letizia quien asistía a una reunión con motivo de esta fecha, unas horas más tarde los Duques de Sussex también buscaban aportar su granito de arena y visibilizar este tema. Concretamente, se desplazaron hasta Nueva York para participar en unas charlas relacionadas con la salud mental organizadas por su fundación benéfica, una cita en la que, además de por su cercanía, Meghan Markle volvió a enamorar gracias a su estilismo.
La evolución del armario de Meghan
A su paso por Alemania el mes pasado, pudimos comprobar cómo Meghan se había alejado también a nivel estilístico de su imagen royal y cada vez era más habitual verla apostar por diseños minimalistas discretos pero muy elegantes, sumándose a la tendencia en auge del lujo silencioso. Eso sí, continúa siendo fiel a ciertas prendas y detalles que adoraba durante su etapa en Londres, como la combinación de camisa y falda lápiz que le vimos hace un par de días o el famosísimo 'escote Meghan'.
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Desde los comienzos de su relación con el príncipe Harry, Meghan dejó claro que adoraba los diseños que dejan los hombros al descubierto y no dudó en recurrir a ellos en citas tan especiales como el Trooping The Colour ¡o su propia boda! Tal fue el romance entre la Duquesa y este tipo de prendas que la prensa internacional llegó a bautizar este corte (antes conocido como barco o Bardot, dependiendo de cuánta piel se vea) como 'escote Meghan'.
De Londres a Los Ángeles y, ahora, a Nueva York: este corte es tan internacional como la mujer que le da nombre. En esta ocasión, Meghan no lo ha lucido en vestidos o blusas como es habitual, sino que ha ido un paso más allá y ha estrenado un original look que demuestra que el traje de chaqueta también puede ser innovador y tener un punto sensual. Está protagonizado por un dos piezas en el que destaca una blazer desestructurada que despeja hombros y clavícula e incorpora bolsillos laterales y botones forrados en el mismo tejido. La combina con el pantalón a juego, un modelo de tiro alto y silueta ancha.
Este look está firmado por la marca Altuzarra y tiene un precio de 895 dólares (unos 844 euros) la chaqueta y 1.195 dólares (1.127 euros) los pantalones. Meghan ha completado con unos salones clásicos de puntera afilada y tacón fino en tono nude de Aquazzura (650 euros) y unas joyas muy especiales. Ha recuperado sus espectaculares pendientes de Sarah Hendler, unas piezas fabricadas especialmente para ella en oro, zafiro y esmeraldas, así como un choker de Logon Hollowell en oro blanco decorado con una esmeralda.
Su seña de identidad
El mito del 'escote Meghan' terminó de forjarse en la propia boda de los duques de Sussex, celebrada el 19 de mayo de 2018 en el Castillo de Windsor. La novia eligió un impecable vestido blanco de Givenchy que contaba con un corte minimalista y aportaba el toque diferente gracias precisamente al corte que dejaba las clavículas despejadas. Eso sí, en aquella ocasión el diseño era más discreto y mostraba menos piel, algo lógico teniendo en cuenta que se trataba de un enlace religioso.