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El retorno de Meghan Markle a Europa está dando mucho de qué hablar, especialmente al público más crítico con los duques de Sussex, entre los que se rumoreaba una supuesta crisis de pareja, hipótesis que queda absolutamente descartada con esta última aparición, en la que se han mostrado tan cómplices como siempre. Poco ha cambiado también en términos de estilo desde que la protagonista de Suits pisó suelo europeo hace exactamente un año: sus looks son el epítome del 'lujo silencioso' que ahora es suprema tendencia en los catálogos de moda, aunque para ella el minimalismo siempre ha sido una máxima
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- Abrimos el armario de Meghan Markle por su gran día: elecciones virales y vestidos de gala
Meghan Markle, referente del minimalismo más lujoso
En esta cuarta jornada de los Juegos Invictus, tan solo horas después de su reaparición triunfal con un elegante vestido camisero, la estadounidense nos reafirma su fórmula confiable con el estilismo Old Money que te hace ver supersofisticada utilizando solo básicos de fondo de armario. Primero que nada, ha optado por una camiseta negra sin mangas, de esas que todas tenemos, en conjunto con bermudas de algodón beige, de Staud.
El añadido de inspiración sastre aporta un aire de formalidad sin llegar a ser incómodo ni demasiado arreglado, razón por la que, además, ha incorporado una chaqueta de suave punto blanco con ribetes a contraste, de J.Crew.
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Si bien hemos menospreciado durante décadas a esta ligera prenda de abrigo, ya que se asocia con los vestidores de nuestras abuelas, los modelos de diseño vintage, como este, con su botonadura dorada, están resurgiendo para elevar nuestros looks más casuales. Es una ecuación sumamente fácil con la que no pasarás desapercibida, pues por sencillo que parezca el atuendo, emana una apariencia muy lujosa y effortless.
En este aspecto, los complementos son clave, y Meghan se ha decantado por la alternativa de calzado plano más popular entre las herederas y chicas de moda: las icónicas bailarinas destalonadas bicolor, de Chanel, en piel nude con su puntera color negro.
Combinar distintas piezas de tonalidades similares es un arte que domina con matrícula de honor y sus preferidos son los conjuntos en colores neutros, como el blanco, el azul marino o el beige, así que no nos ha tomado por sorpresa la imagen de la duquesa de Sussex en su regreso a Europa. En la misma línea, no ha añadido grandes piezas de joyería sino que se ha remitido, más bien, a llevar unos diminutos aritos de oro con pulseras finas de Cartier y, como toque final, un cinturón negro con hebilla dorada de logotipo, de Givenchy.
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