Hace unas horas comenzaron las celebraciones con motivo del Día Nacional de Bélgica, cita que nos ha dejado momentos inolvidables protagonizados por la Familia Real, concretamente por el vestuario por el que se decantó la futura reina. En muy poco tiempo la princesa Elisabeth de Bélgica se ha convertido en todo un referente de estilo entre las royals adolescentes, y anoche para disfrutar de una serie de conciertos en Bruselas, volvió a deslumbrar estrenando un diseño floral de lo más ideal. Pero no lo hizo sola, su hermana, la princesa Éléonore, también marcó la diferencia siguiendo la misma tendencia.
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Tiene tan solo 21 años y su guardarropa confirma la pasión que siente por la moda. Aunque hasta hace unos años se mantenía lejos del foco mediático, desde que se instaló en Oxford para estudiar, todo ha cambiado. Ahora cada look que luce pasa a ser noticia, ejemplo de ello fue la gran pamela y el vestido amarillo que lució ayer camino a un acto oficial, al igual que el que estrenó anoche, un precioso traje tricolor que se ajusta a su esbelto cuerpo.
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Se trata de un diseño con fondo negro y flores azules y blanca, de manga asimétrica, cuerpo ligeramente drapeado y amplia abertura en el lateral que deja a la vista sus piernas. ¿Quién lo firma? Nada más ni menos que la nueva colección otoño-invierno de Diane Von Furstenberg que aún no está disponible para su compra. La heredera al trono lo ha combinado de forma elegante con un original clutch de cristales de Giorgio Armani, taconazos de infarto de Aquazzura y los llamativos pendientes Jasmine de Carolina Herrera creados con apliques de cristales, disponibles por 250 euros.
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¿Cuál ha sido la elección de su hermana? Nuevamente las flores, aunque en una versión más veraniega. Éléonore se ha decando por el color estrella del momento al que todas las celebridades caen rendidas, ¡el rosa! Y lo ha hecho enfundada en un elegante diseño en fucsia con grandes flores moradas y verdes, el escote halter que adoran reinas y princesas, ceñido a la cintura y una larga falda con vuelo. Para dejar el protagonismo al atuendo de la mencionada marca neoyorquina con influencia real, simplemente se ha hecho un semirecogido con varios tirabuzones que caen sobre sus hombros despejando así el rostro y largos pendientes culminados con una fina piedra.