El palacio de El Rincón, en Aldea del Fresno (a unos 60 kilómetros de Madrid), acogía anoche la boda más esperada del año: el enlace entre Tamara Falcó e Iñigo Onieva. La duquesa y el empresario se daban el 'sí quiero' rodeados de 400 invitados en una gran fiesta que terminó bien entrada la madrugada y de la que podrás conocer todos los detalles en el próximo número de ¡HOLA!, a la venta este lunes 10 de julio. Aunque la revista tiene la exclusiva, algunos de los asistentes han querido desvelar sus estilismos: es el caso, por ejempo, de Nuria Roca, Eugenia Silva y Eugenia Martínez de Irujo, que sí han publicado sus looks. Y en el caso de esta última, ha generado muchos comentarios al tratarse de un vestido beige muy clarito, un tono que, según los códigos más clásicos, no deberían vestir las invitadas en una boda.
- Brillos y detalles de tendencia entre las invitadas a la boda de Tamara Falcó e Iñigo Onieva
Un vestido inspirado en Ana Bolena
La duquesa de Montoro compartía con sus seguidores varias instantáneas tomadas antes de la boda en las que descubría todos los detalles de su estilismo, repleto de detalles medievales como el escote mesonero o el corpiño fruncido. Sin embargo, su vestido nude está inspirado en un periodo algo posterior, el siglo XVI: pertenece a la colección Otoño/invierno 2023-2023 de Teresa Helbig, una propuesta bautizada Dear Bolena en la que la diseñadora catalana quiso imaginar cómo vestiría Ana Bolena, que reinó en Inglaterra desde 1933 hasta 1936, año en el que fue ejecutada.
El precioso vestido, con manga larga ligeramente abullonada y una falda fluida que recuerda también a las bailarinas, cuenta con una aplicación de un pájaro en el corpiño. Este tiene algunos detalles dorados que Eugenia ha aprovechado para combinar sus accesorios: un gran brazalete y un choker con una cruz que también nos traslada cinco siglos atrás. Ambos son dos diseños de su próxima colección para Tous, inspirada, según ha contado, en los cuadros del Palacio de Liria.
Un recogido muy romántico
Para poner el broche de oro a su estilismo medieval, la duquesa ha confiado en la maquilladora y peluquera Piti Pastor, quien ha escogido un look de belleza muy romántico: mirada y piel naturales con algo de blush, labios rosados y un recogido trenzado de aire retro que encajaba a la perfección con el vestido y que dejaba a la vista los múltiples piercings que luce Eugenia.