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Esta semana los reyes de los Países Bajos se encuentran en Bruselas con motivo de un viaje oficial en el que sus homólogos belgas están ejerciendo de perfectos anfitriones. Durante estas jornadas, como era de esperar, Máxima ha deslumbrado con su maleta de viaje, en la que encontramos estilismos ideales para cada uno de los actos a los que asiste, incluidos dos lookazos de gala. Eso sí, la sostenibilidad parece su apuesta estrella, por lo que ha preferido no estrenar sino reciclar algunos de los vestidos más impresionantes de su armario, que atesora incluso dese hace más de una década.
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Otro día, otro vestidazo de gala
Máxima lleva dos noches en Bruselas y nos ha dejado ya dos fabulosos looks de gala. Si el martes optaba por un delicado diseño rosa empolvado de escote barco, cuerpo entallado y falda cuajada de pequeños volantes de tul, ayer recuperaba una creación de inspiración 'diosa griega' que le hemos visto en anteriores ocasiones. Curiosamente, ambas creaciones están firmadas por Jan Taminiau, su marca de referencia para las grandes ocasiones -de hecho, fue la que eligió para el día de su coronación en 2013-.
- Recordamos los looks de la noche de gala de Ingrid de Noruega y las princesas europeas
El vestido en cuestión se trata de una pieza de escote asimétrico -un corte que le encanta a la Reina ya que resulta totalmente favorecedor y estiliza todo tipo de siluetas-, cuerpo plisado, corte a la cintura y falda larga. Está confeccionado en un tejido vaporoso de tono mostaza que aporta esa estética de divinidad griega, y cuenta con una capa que parte del tirante y cae hasta el suelo ejerciendo de capa y otorgando gran movimiento.
Joyas multiposición
Para completar, ha añadido un cinturón-joya de pedrería y lentejuelas en tono ámbar y una pulsera a juego. Ha rematado con un imponente collar de diamantes en tamaño degradado rematado por una gran piedra amarilla rodeada también por diamantes y perteneciente a la colección privada de la Reina, un colgante transformable que puede lucirse a modo de broche. De hecho, la primera vez que le vimos a Máxima este vestido lo acompañó de esta pieza colocada a modo de broche.
Mismo vestido, doce años después
Fue en 2011 cuando la por aquel entonces princesa Máxima estrenó este diseño, y lo hizo con motivo de la celebración de su 40 cumpleaños, en el que asistió junto a su marido y su suegra, la reina Beatriz, a un concierto organizado en su honor. En aquella ocasión prescindió del cinturón y completó con el citado broche y unos pendientes largos a juego, así como con un tocado en el pelo que, que llevó suelto y peinado con raya al lado y ondas naturales. Al ver ambas imágenes se puede apreciar que por Máxima no pasan los años y sigue igual de espectacular.
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