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Cumbre de realeza mundial en Amman con motivo del enlace entre el príncipe Hussein, heredero al trono de Jordania, y la arquitecta Rajwa Alseif, quienes se han dado el 'sí, quiero' en una multitudinaria ceremonia en la que, como era de esperar, la madre del novio, Rania de Jordania, se ha convertido en otra de las grandes protagonistas de la jornada. La elección de vestuario de la reina hachemita, considerada una de las royals más elegantes del mundo, creaba gran expectativa, y no ha defraudado. Para la ceremonia religiosa, ha optado por un elegante vestido negro de Dior embellecido con encaje, pero, al igual que la propia novia y el resto de invitadas, en el banquete posterior al enlace se ha cambiado y ha lucido un estilismo más festivo perteneciente a la firma libanesa Elie Saab.
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Un look de pasarela
Fiel a su estilo, Rania ha demostrado una vez más que no tiene miedo a innovar y ha encontrado un punto de equilibrio perfecto adaptando las últimas tendencias a la elegancia y sobriedad propias de un acto de estas características. Como decimos, se ha decantado por la casa Elie Saab, famosa por sus diseños repletos de bordados, pedrerías y ricos detalles. En concreto, ha escogido uno de los looks que se presentaron sobre la pasarela en París el pasado enero como parte de la colección de Alta Costura primavera/verano 2023.
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La versión exclusiva
El estilismo está compuesto por un vestido en tono beis en el que destaca el impresionante cuerpo cuajado de bordados a base de pequeños cristales y piezas de pedrería, del que parte una ligera falda envolvente que aporta movimiento y facilita poder caminar con ligereza. En el caso de Rania, han modificado la parte superior, agregándole una manga larga para adecuarlo más a un evento tan formal. Sí mantiene uno de los puntos clave del look, la capa -asimétrica bordada con un motivo 'Lai Thai' en el busto y perlas blancas-, que parte de un cuello perkins bordado y cae sobre el escote de manera asimétrica finalizando en cola.
El regreso de la tiara arábica
Además de los preciosos vestidos de la novia y las invitadas, las grandes protagonistas estilísticas de la velada han sido las imponentes tiaras que hemos visto. Rania, por su parte, ha querido rescatar de su joyero una que solo le habíamos visto en dos ocasiones (en 2006 y 2008): la conocida como tiara arábica.
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Se trata de una impresionante pieza encargada a la casa Fred -que también firma las joyas de la novia- por el rey Abdullah II en el año 2005. Está confeccionada a base de oro blanco y 1.300 diamantes, incluyendo siete en talla lágrima, y rematada por un gran diamante central en talla pera de 20 quilates. En ella, escrito en árabe se puede leer 'Al Athama Lillah', que se traduce como 'Gloria a Dios'.
Rania también ha modificado su look de belleza, ya que, mientras que para la ceremonia ha lucido su melena recogida, posteriormente se la ha soltado, dejando el cabello ondulado, con raya al medio y mucho movimiento en las puntas.
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