Hemos leído en numerosas ocasiones que la industria de la moda es la segunda más contaminante del planeta, mensaje que, poco a poco, parece calar entre el público general, que cada vez se interesa más por consumir de manera responsable, así como en los diseñadores y marcas, quienes buscan producir de una forma lo más ecológica posible. También es muy importante el ejemplo de las celebrities y las royals, quienes, con sus gestos, inspiran a millones de personas a intentar reducir la huella que tienen sus looks en el medioambiente. Aunque todavía queda mucho que hacer, en los últimos años numerosas estrellas internacionales han empezado a consumir la ropa de manera diferente, no solo apostando por firmas sostenibles sino evitando el enorme gasto -económico y de recursos naturales- que supone crear un vestido de gala que solo va a ser utilizado en una ocasión. Cada vez más habitual que posen en la alfombra roja con vestidos que no son nuevos o que acudan a sus múltiples citas con looks cada vez más atemporales. Y es que apostar por diseños que no pasan de moda, reutilizar, pedir a las firmas diseños vintage o bucear en el armario de madres o hermanas para tomar prestado alguno de sus looks es cada vez más frecuente.
Apostar por diseños atemporales
Un ejemplo muy claro lo encontramos en el vestidazo rojo asimétrico de Stella McCartney con el que Carolina impactó en 2018. Se trata de una fabulosa pieza con efecto capa -con la que ya habíamos visto antes a la reina Letizia- a la que sumó guantes blancos, sandalias metalizadas y maxipendientes de pedrería. Un diseño atemporal que podría reutilizar en cualquier momento.
Pero la princesa de Mónaco no solo ha demostrado en este tipo de eventos que se puede ir (fenomenal) con diseños que no beben de las tendencias. En el vestuario más relajado de Carolina no faltan los trajes de chaqueta (casi siempre de falda, como el que eligió para la celebración del Día Nacional de Mónaco, el 19 de noviembre de 1997, aunque también los hay de pantalón), abrigos largos de colores lisos o monos. Prendas con un corte y una calidad excepcional que, combinados con diferentes accesorios, se pueden actualizar de forma muy fácil y sin necesidad de recurrir a un armario inmenso.
Algo similar ha pasado con el vestido de encaje que lució en la gala del MET. Lady Di asistió con una elección atípica dentro del repertorio de la realeza: un vestido lencero azul marino de seda con escote en pico y ribetes de encaje que se conoce como la primera creación de John Galliano para Dior, firma que capitaneó hasta 2011. Con este posado que dio la vuelta al mundo, Diana dio el pistoletazo de salida a la prolífica carrera del modisto. Para completar el estilismo, escogió unos pendientes de diamantes y zafiros y su conocida gargantilla de perlas y zafiro, en sintonía con el color azul profundo de la pieza satinada. Ahora casi cualquier mujer tiene un vestido o una blusa de corte lencero en su armario. Una prenda, también atemporal, con la que dar un aspecto más sensual y sofisticado a cualquier look compuesto por básicos.
Por otro lado está el 'vestido de la venganza'. Este término engranado en la cultura popular nos remonta a 1994, cuando la princesa impactó a la prensa internacional en la fiesta de la Serpentine Gallery con su apuesta más sexy hasta la fecha, justamente el mismo día que se hizo público el romance entre Carlos de Inglaterra y Camila Parker Bowles. El diseño de Christina Stambolian estaba pensado para realzar las curvas de Lady Di, un alegato de rebeldía ante la infidelidad del heredero. Pero más allá de ser mundialmente conocido por la historia que encierra, el diseño es unlittle black dress, uno de los básicos más atemporales del armario femenino.
Pero no solo ellas. Cada vez más celebrities apuestan por incluir en su armario diseños que poder reutilizar una y otra vez. El estilo de Penélope Cruz, por ejemplo, se vuelve poco a poco más sofisticado y atemporal. Prueba de ello son algunos de los looks que, en los últimos años, ha elegido para acudir a las premiers de sus películas. Es posible que recuerdes el favorecedor mini vestido negro que la actriz llevó en la presentación de su película L'Immensita, el pasado mes de diciembre en París. La española confiaba, una vez más, en Chanel y lucía un diseño de la colección Primavera/verano 2023 al que daba su toque personal añadiendo un lazo negro de raso a su peiando. Pocos meses antes, en octubre, la vimos con un favorecedor traje negro durante la presentación en Madrid de En los márgenes. Y, también durante la promoción de ese trabajo, en su visita al programa de televisión El Hormiguero, apostó por un traje de chaqueta en tweed con minifalda.Otra elección muy acertada, de esas que tardan mucho en pasar de moda y en la que cada vez confía con más frecuencia.
Vestir de lujo vintage: al rescate de tesoros olvidados
Rescatar vestidos con años de antigüedad no es una novedad en cuestiones de sostenibilidad, puesto que, como sabemos, las modas vienen, van y regresan cada cierto tiempo para que demos las debidas segundas oportunidades a esas prendas que tantas miradas atrajeron en su día. El romanticismo de la moda vintage ha sido catalizador de los posados más memorables de las alfombras rojas, como el diseño de Valentino de 1992 con el que Julia Roberts recibió su Oscar en 2001. Tras los pasos de unas contadas divas del cine, el hábito defichar piezas de archivo está cobrando especial fuerza entre las nuevas generaciones de estrellas.
Zendaya ha conseguido, gracias a sus lookazos en la alfombra roja, ser considerada uno de los iconos de moda del momento y fichar por algunas de las firmas más prestigiosas del sector. ¿Su secreto? Combinar diseños exclusivos hechos para ella con elecciones de archivo que no dejan indiferente a nadie. Recordamos, por ejemplo, el potente vestido tubo de escote festoneado con estampado de rayas verticales que llevó al estreno de la segunda temporada de Euphoria: una creación de la colección Primavera/Verano 1992 del gran Valentino Garavani con la que Linda Evangelista cerró ese desfile exactamente tres décadas atrás.
- ¿Por qué las 'celebrities' visten vintage?
La figura del estilista, antes el único artífice de la celebrity, ya no se concibe sin la del coleccionista de moda vintage, que cual curador de un museo, selecciona, adquiere y restaura codiciados trajes del pasado para que estos puedan volver a lucirse en todo su esplendor. "Estoy constantemente investigando y buscando. Aunque mi trabajo sea curar ropa antigua, siempre busco prendas que se sientan frescas", nos desvela Alexis Novak, fundadora de la cotizada tienda de lujo Tab Vintage, que ha trabajado anteriormente con la protagonista deEuphoria.
Bajo el asesoramiento de su estilista Law Roach, la ganadora del Emmy ha perfeccionado este método con cada nueva aparición pública. En 2021, recogió su Independent Spirit Award con una pieza de Yves Saint Laurent diseñada casi dos décadas antes de que ella naciera, mientras que, unos meses después, repetía estrategia con un vestido tipoballroom de Balmain que data... ¡de 1956! Y ni hablar de su apuesta más reciente: el pomposodiseño geométrico de 1998, cortesía de Bob Mackie, que escogió para la última gala Time 100.
- La dura opinión del creador del vestido de Marilyn sobre Kim Kardashian
Fue precisamente Bob Mackie quien concibió la creación que protagoniza el posado más sonado de 2022. Y es que pocos escándalos de moda superan el que rodeó a Kim Kardashian tras la Gala MET de 2022, noche en la que se propuso lucir el mítico traje de 1962 con el que Marilyn Monroe cantó su provocativo Happy Birthday al presidente Kennedy. Para enfundarse en el ajustado modelo, Kim se sometió a una estricta dieta relámpago con la que perdió siete kilos en cuestión de pocas semanas, otra decisión que encandiló la polémica. ¿Homenaje o pecado?
El diseñador rápidamente se sumó a las reacciones adversas: "Fue diseñado para ella. Nadie más debería ser visto con ese vestido". Añadiendo leña al fuego, The Marilyn Monroe Collection incluso llegó a señalar (con fotografías como evidencia) que la socialité lo había dañado por completo en el proceso, aunque ella negó tajantemente las acusaciones alegando que únicamente lo vistió en la alfombra roja durante "tres o cuatro minutos". Lo cierto es que, aunque le pese, en las dos semanas que siguieron al evento, las búsquedas sobre Bob Mackie aumentaron un 456%, dando a conocer a un público completamente nuevo las maravillas del modisto que vistió a tantas divas de la época.
"Requiere cierta creatividad porque estás dándole a la ropa una nueva perspectiva. Cuando vistes vintage, integras pasado y presente", recalca Alexis Novak. De los vestidos de Alta Costura con los que Bella Hadid redefinió su estatus de supermodelo en Cannes (el de la imagen es un vestido firmado por el magnífico Jean Paul Gaultier que llevó sobre la pasarela, hace algo más de 20 años, Naomi Campbell) al traje de lamé dorado con el que Miley Cyrus convirtió en abanderada del amor propio, la moda vintage propicia la construcción de relatos diferentes, adaptados a nuestros valores actuales, utilizando los mismos recursos del pasado.
No solo nos vale paraser más sostenibles o lucir una pieza única a la que nadie más tendrá acceso sino también, para rescatar el legado de los héroes olvidados de la moda que merecen esa segunda oportunidad: ser vistos bajo una mirada nueva y así extender las mil vidas de una prenda que, con tanta ilusión, alguien llevó hace mucho tiempo por primera vez.
El auge del alquiler entre las celebrities
En los últimos años se ha popularizado la práctica de alquilar look para las grandes ocasiones, prueba de ello es que cada vez existen más plataformas tanto digitales como físicas que ofrecen este servicio. Sostenibilidad, tendencia y ahorro son algunos de los factores que explican el éxito de este modelo de negocio, que es tal que ha llegado también hasta la alfombra roja de la mano de influencers, celebrities... ¡e incluso royals de la talla de Kate Middleton!
El pasado diciembre, los príncipes de Gales viajaron hasta Boston para asistir a la entrega de los premios Earthshot para la lucha contra el cambio climático, cita en la que Kate escogió un espectacular vestido de gala verde -al igual que la alfombra del evento, a modo de guiño al tema medioambiental- de escote Bardot, manga larga y corte a la cintura firmado por la casa Solace London. Sin embargo, no lo había comprado ni se lo habían hecho a medida, sino que lo había alquilado a través de la plataforma HURR, dando una lección de elegancia y de ecología.
En el caso de la Princesa, está claro que no alquila por un tema económico ni práctico, puesto que puede disponer del look que quiera solo con pedirlo, sino que se trata de una reivindicación a favor de la sostenibilidad. Dando voz a plataformas de este tipo y normalizando el hecho de llevar un diseño prestado en una ocasión tan especial hace que muchas personas se planteen hacerlo de cara a sus futuros eventos.
En nuestro país, cada vez es más frecuente también ver cómo las invitadas acuden a la alfombra roja con looks alquilados en vez de hacérselos a medida. "Nos contactan a diario, sobre todo ahora que hay tantísimos eventos" cuentan desde la plataforma Lend The Label. "Nuestro armario es capaz de adaptarse a todas ellas porque cada vestido es diferente, con un corte, color y una marca con una identidad propia que permite jugar con el estilo y elegir un look apropiado para cada tipo de evento. Muchas vienen y eligen tres o cuatro looks con un dress code totalmente diferente. La mayoría no quiere comprarse prendas de este tipo porque no las usan en su día a día, solo para estas ocasiones especiales".
"Esto es un muy buen indicador" señala Ana Taboada, cofundadora de Olibati, al preguntarle por el hecho de que las celebrities apuesten cada vez más por el alquiler. "Es porque son conscientes del consumo enloquecido y producción masiva de muchas marcas y la repercusión que esto tiene en nuestro planeta y en la sociedad, ya que en la mayoría de las ocasiones son prendas que se producen para tener un ciclo de vida muy limitado y eso hay que pararlo. A través de ellas damos voz a que el alquiler en Olibaties un servicio exclusivo y de experiencial, al igual que podrían encontrar en un atelier de alta costura".
"Estos perfiles reciben a diario una cantidad increíble de regalos por parte de las firmas, y naturalmente, no le dan uso a todo ello. Muchas son las que se han alegrado depoder devolver las prendas sin tener que preocuparse de nada más que de disfrutarlas. El valor añadido de Borow se encuentra en la variedad de diseñadores y tallas y el movimiento sostenible, donde aportan su granito de arena dándole visibilidad al alquiler y fomentando la moda circular" añade Daniela Chen, cofundadora de la plataforma Borow.
El armario de sus madres, la mejor inspiración de las 'celebrities' más jóvenes
El gusto de la generación Z por la moda vintage queda reflejado a menudo con las apariciones en la alfombra roja de famosas que pertenecen a esta franja de edad. Un estudio revelaba recientemente que son estos jóvenes los principales consumidores de prendas de lujo de segunda mano, contribuyendo así a la economía circular y dando una segunda vida a prendas con mucha historia. Las tiendas especializadas en el sector retro son sin duda fuente de inspiración para ellas, aunque hay quienes las han cambiado directamente por el armario de sus madres: estas celebrities han encontrado en el la oportunidad perfecta para (re)estrenar algunos de los mejores looks que en su momento ya llevaron sus progenitoras.
En octubre de 2021 se estrenó la película Eternals, el último trabajo de Angelina Jolie. Durante la premier, la actriz posó en la alfombra roja junto a sus hijos con conjuntos coordinados en tonos tierra. Aunque sin duda el que más llamó la atención fue el que escogió Zahara, que aparecía en las imágenes junto a ella luciendo un vestido plateado que nos resultaba muy familiar. ¿La razón? Fue el mismo que eligió su madre siete años antes para asistir a los Premios Oscar junto a Brad Pitt. La intérprete apostó por esta creación del diseñador libanés Elie Saab para acudir a la ceremonia celebrada en 2014. Allí estrenaba este vestido de manga larga y cuello barco con detalles plateados y semitransparencias, uno de los más reseñables de aquella alfombra roja, gracias a la elegancia con la que la intérprete llevó la extraordinaria pieza.
- Sostenible, personal y viral: las exigencias de la 'Gen Z' revolucionan nuestro consumo
También hemos presenciado casos especiales como el de Leni Klum: con tan solo 18 años, la hija de Heidi Klum tiene ya claro que quiere seguir los pasos de su madre en el mundo de la moda. Debutó oficialmente como modelo el pasado 2021, aunque no fue sobre la pasarela, sino sobre una góndola. Ocurrió en el desfile de Alta Costura que Dolce&Gabbana celebró en Venecia. Desde entonces ha participado en varias campañas, posando incluso junto a su madre para firmas como Intimissimi. No es de extrañar, por tanto, que en el armario de la supermodelo encuentre inspiración: el año pasado celebró la graduación de su instituto con un vestido negro satinado que ya llevó la alemana hace 25 años.
Se trataba de este little black dress, el mismo diseño que escogió Heidi Klum para acudir al show de comedia Comic Relief VIII, un evento solidario que congregó en 1998 a diversas celebrites emergentes de la época, entre las que se encontraba también Sarah Jessica Parker, que por aquel entonces debutaba con la primera temporada de Sexo en Nueva York. La supermodelo, que tenía 25 años y una carrera que despuntaba, llevó esta pieza recta, de palabra de honor y lisa. Posaba al igual que lo ha hecho su hija ahora, combinándola con una joya al cuello. Una prueba excelente que demuestra cómo estos diseños LBD resultan totalmente atemporales.
Al igual que Leni Klum, la hija de la supermodelo Cindy Crawford y del empresario Rande Gerber, también ha querido seguir los pasos de su madre. Con 21, Kaia Gerber ya protagoniza campañas internacionales y es asidua sobre la pasarela en las diferentes Semanas de la Moda. Para celebrar su 18 cumpleaños, la joven dio una fiesta en el exclusivo Paradise Club de Times Square con una fiesta de temática burlesque. Para la ocasión eligió un vestido de inspiración bondage que defendió su madre tres décadas antes.
Customizado por Versacce para Kaia Gerber, su conjunto está inspirado en el mismo look que lució Cindy Crawford durante los MTV Video Music Awards de 1992. La modelo lucía una pieza encorsetada como la de su hija, aunque ella la acompañó con una falda larga. Un diseño ideado por Gianni, por aquel entonces todavía al frente de la firma italiana, en una época donde la apuesta por las siluetas rompedoras confeccionadas con cuero eran sello de sus colecciones.