El primer paso para que el mundo de la moda sea más responsable con el medio ambiente y la sociedad eshacer un consumo mucho más consciente. Es decir, comprar prendas esenciales, de gran calidad, que sepamos que usaremos mucho tiempo. Y revisar bien las etiquetas para corroborar que, efectivamente, la firma apuesta por la sostenibilidad. Pero hay otros muchos gestos que podemos hacer cada día para dar una segunda vida a la ropa que ya tenemos. Desde reutilizar (y renovar) prendas que llevamos años sin ponernos hasta crear un armario comunitario. ¡Te contamos lo que hacemos nosotros!
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Llevar la ropa que no usas a puntos de reciclaje, Lucía Garrido Cuando las prendas que tengo ya no me valen, o simplemente me he cansado de usarlas, si están bien y pueden seguir utilizándose las regalo a amigas o a personas que las puedan necesitar. Si no es así intento venderlas a través de plataformas de compra-venta. Creo que es importante dar una segunda vida a la ropa porque aunque haya algo que a ti ya no te guste, quizá para alguien sea superbonito y ponible. Además, también suelo llevar las prendas que acumulo a las tiendas como Zara o H&M, donde te las recogen y las utilizan de alguna manera a la hora de producir stock nuevo. ¡Algunas te dan un voucher de descuento! Reciclar los vaqueros de mi padre Aunque pueda sonar raro, mis pantalones denim favoritos son unos clásicos Levi's de mi padre. Él me los da cuando ya no le caben y yo me encargo de adaptarlos a mi cortándoles el bajo y deshilachándolo. ¡Me encanta cómo quedan los daddy pants con una americana oversize! Tendencias virales y sostenibilidad: hablamos con Gala González sobre cómo internet ha cambiado la moda
Considero que los looks de invitada son muy poco sostenibles: tras estrenarlos, no queremos repetirlos en un evento en toda la temporada. Por eso, me gusta mucho compartirlos con mis amigas o hermanas, y también pedirles vestidos a ellas en ciertas ocasiones. Así no se quedan abandonados en el armario, les damos muchas más vidas y evitamos consumir más.
Las tiendas vintage están en (súper) auge, pero, ¿y si ya tuvieras esas piezas especiales y antiguas en tu casa? Echa un ojo al armario de tu madre o al de tu abuela porque seguro te llevas alguna sorpresa. Antes, se compraba ropa y accesorios de mejor calidad, por lo que no es raro localizar un bolso de piel bonito o un abrigo elegante.
Siempre he sido muy chiquitita y he tenido que meter el bajo a todos mis pantalones. Por eso, cuando me compró los típicos de canalé de algodón o mis indispensables pantalones de campana tipo legging, con lo que corto me hago cintas de pelo. Así, además, las llevo a juego y redondeo el look. Ahora que vuelven los complementos capilares más 90's puede ser una idea estupenda para las petite.
Llevar la ropa que no usas a puntos de reciclaje, Lucía Garrido
Cuando las prendas que tengo ya no me valen, o simplemente me he cansado de usarlas, si están bien y pueden seguir utilizándose las regalo a amigas o a personas que las puedan necesitar. Si no es así intento venderlas a través de plataformas de compra-venta. Creo que es importante dar una segunda vida a la ropa porque aunque haya algo que a ti ya no te guste, quizá para alguien sea superbonito y ponible. Además, también suelo llevar las prendas que acumulo a las tiendas como Zara o H&M, donde te las recogen y las utilizan de alguna manera a la hora de producir stock nuevo. ¡Algunas te dan un voucher de descuento!
Aunque pueda sonar raro, mis pantalones denim favoritos son unos clásicos Levi's de mi padre. Él me los da cuando ya no le caben y yo me encargo de adaptarlos a mi cortándoles el bajo y deshilachándolo. ¡Me encanta cómo quedan los daddy pants con una americana oversize!
Segunda vida a tu vestido corto y abotonado, María Palma Tras varias compras impulsivas y hacerme con vestidos abotonados demasiado cortos para mi gusto, he terminado olvidándolos en el fondo del armario. Son prendas nuevas que habré utilizado una o dos veces, y el truco que descubrí con el paso del tiempo, es darle una segunda vida de la manera más inesperada y divertida ¡convirtiéndolo en un chaleco sin mangas que combinar con pantalones y vestidos dia a día! Falda midi creada de unos 'jeans' La tendencia estrella que arrasa esta temporada son las faldas largas vaqueras, y si aún no tienes ninguna entre tu colección, he aquí una genial hazaña con la que ahorrarás dinero. Corta las costuras verticales de aquel jean ancho que no te pones y diseña tu propia prenda cosiendo la parte trasera y dejando abierta la delantera a modo de abertura. La moda española se ha propuesto ahorrar agua: las estrategias 'eco' más punteras
Si nos gusta mucho una prenda, no hay porque tirarla si no es de temporada. Un truco es adaptarla a las tendencias del momento acudiendo a una tienda de arreglos. De verdad, son muy efectivas y pueden encontrarse algunas muy económicas que te ayudarán a transformar la pieza. Además, es la mejor opción cuando un pequeño roto te sorprende y crees que ya es el fin de esa compra que tanto te gustaba. ¡Se podrá coser y estará como nueva! Y si eres muy manitas, ficha tutoriales en vídeo que hagan del DIY tu mejor opción para renovar armario sin gastar en nuevas adquisiciones.
Segunda vida a tu vestido corto y abotonado, María Palma
Tras varias compras impulsivas y hacerme con vestidos abotonados demasiado cortos para mi gusto, he terminado olvidándolos en el fondo del armario. Son prendas nuevas que habré utilizado una o dos veces, y el truco que descubrí con el paso del tiempo, es darle una segunda vida de la manera más inesperada y divertida ¡convirtiéndolo en un chaleco sin mangas que combinar con pantalones y vestidos dia a día!
La tendencia estrella que arrasa esta temporada son las faldas largas vaqueras, y si aún no tienes ninguna entre tu colección, he aquí una genial hazaña con la que ahorrarás dinero. Corta las costuras verticales de aquel jean ancho que no te pones y diseña tu propia prenda cosiendo la parte trasera y dejando abierta la delantera a modo de abertura.
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Reutilizar los vestidos de verano en invierno, Mariana Chacón
De estética lencera, tirantes finos, largo vaporoso, tejido ligero... El armario de verano cuenta con al menos uno de este tipo de vestidos que, a pesar de vivir en un país de clima privilegiado, tienen una esperanza de vida útil de más o menos medio año en función de la resistencia al frío que se tenga. La solución para llevarlos también durante la temporada de Otoño/Invierno es tan fácil como ponerse un jersey por debajo y calzarse unas botas calentitas.
Reutilizar los vestidos de verano en invierno, Mariana Chacón De estética lencera, tirantes finos, largo vaporoso, tejido ligero... El armario de verano cuenta con al menos uno de este tipo de vestidos que, a pesar de vivir en un país de clima privilegiado, tienen una esperanza de vida útil de más o menos medio año en función de la resistencia al frío que se tenga. La solución para llevarlos también durante la temporada de Otoño/Invierno es tan fácil como ponerse un jersey por debajo y calzarse unas botas calentitas.
Cuida la ropa que ya tienes y aprende a lavarla, Mariana Torres
Extender la vida útil de tus prendas, por asequibles que sean, es crucial para garantizar que no tengas que desecharlas después de unos pocos usos. No laves tu ropa en exceso (con obvias excepciones) y, cuando hagas la colada, introdúcela siempre del revés a la lavadora. Así no solo reducirás tu consumo de agua sino que los tejidos conservarán su color y textura naturales, las costuras, los botones y abalorios. Informarse es el primer paso, así que investiga de qué materiales está hecho y qué cuidados merece este tipo de producto.
Quizás una de las opciones más obvias, pero de las más eficientes, es buscar tesoros en las apps de compraventa de segunda mano. A mí me resulta especialmente útil para los looks de invitada. Mis últimos estilismos para bodas o eventos señalados han salido de este tipo de plataformas y, una vez utilizados (y lavados, claro), los he vuelto a poner a la venta para que otra persona pudiera usarlos y ahorrarme algo de dinero. ¿Un truco para acertar siempre (aparte de pedir las medidas, por supuesto)? Ir a la tienda del vestido en cuestión y probarte el modelo más parecido que haya para comprobar qué talla eres en esa marca.
Tengo un bebé de nueve meses y si de algo me he dado cuenta durante este tiempo como madre primeriza es que la ropa de los niños dura un suspiro, ¡crecen muy rápido! Para evitar estar comprando prendas nuevas constantemente (y guardarlas prácticamente nuevas) en mi familia hemos creado un fondo común infantil. Tenemos almacenadas en cajas prendas de niños (de distintas edades y gustos) que cada uno vamos cogiendo, utilizando y guardando de nuevo según nos haga falta. ¡Nos parece una forma muy cómoda de dar una segunda vida (y tercera o cuarta) a las prendas!
Compraventa de segunda mano, Paula Callejo Quizás una de las opciones más obvias, pero de las más eficientes, es buscar tesoros en las apps de compraventa de segunda mano. A mí me resulta especialmente útil para los looks de invitada. Mis últimos estilismos para bodas o eventos señalados han salido de este tipo de plataformas y, una vez utilizados (y lavados, claro), los he vuelto a poner a la venta para que otra persona pudiera usarlos y ahorrarme algo de dinero. ¿Un truco para acertar siempre (aparte de pedir las medidas, por supuesto)? Ir a la tienda del vestido en cuestión y probarte el modelo más parecido que haya para comprobar qué talla eres en esa marca. Por qué la moda 'made in Spain' lo tiene todo para triunfar (dentro y fuera de nuestras fronteras)
El primer paso para que el mundo de la moda sea más responsable con el medio ambiente y la sociedad es hacer un consumo mucho más consciente. Es decir, comprar prendas esenciales, de gran calidad, que sepamos que usaremos mucho tiempo. Y revisar bien las etiquetas para corroborar que, efectivamente, la firma apuesta por la sostenibilidad. Pero hay otros muchos gestos que podemos hacer cada día para dar una segunda vida a la ropa que ya tenemos. Desde reutilizar (y renovar) prendas que llevamos años sin ponernos hasta crear un armario comunitario. ¡Te contamos lo que hacemos nosotros!
Si nos gusta mucho una prenda, no hay porque tirarla si no es de temporada. Un truco es adaptarla a las tendencias del momento acudiendo a una tienda de arreglos. De verdad, son muy efectivas y pueden encontrarse algunas muy económicas que te ayudarán a transformar la pieza. Además, es la mejor opción cuando un pequeño roto te sorprende y crees que ya es el fin de esa compra que tanto te gustaba. ¡Se podrá coser y estará como nueva! Y si eres muy manitas, ficha tutoriales en vídeo que hagan del DIY tu mejor opción para renovar armario sin gastar en nuevas adquisiciones.
Llevar la ropa que no usas a puntos de reciclaje, Lucía Garrido
Cuando las prendas que tengo ya no me valen, o simplemente me he cansado de usarlas, si están bien y pueden seguir utilizándose las regalo a amigas o a personas que las puedan necesitar. Si no es así intento venderlas a través de plataformas de compra-venta. Creo que es importante dar una segunda vida a la ropa porque aunque haya algo que a ti ya no te guste, quizá para alguien sea superbonito y ponible. Además, también suelo llevar las prendas que acumulo a las tiendas como Zara o H&M, donde te las recogen y las utilizan de alguna manera a la hora de producir stock nuevo. ¡Algunas te dan un voucher de descuento!
Reciclar los vaqueros de mi padre
Aunque pueda sonar raro, mis pantalones denim favoritos son unos clásicos Levi's de mi padre. Él me los da cuando ya no le caben y yo me encargo de adaptarlos a mi cortándoles el bajo y deshilachándolo. ¡Me encanta cómo quedan los daddy pants con una americana oversize!
Llevar la ropa que no usas a puntos de reciclaje, Lucía Garrido
Cuando las prendas que tengo ya no me valen, o simplemente me he cansado de usarlas, si están bien y pueden seguir utilizándose las regalo a amigas o a personas que las puedan necesitar. Si no es así intento venderlas a través de plataformas de compra-venta. Creo que es importante dar una segunda vida a la ropa porque aunque haya algo que a ti ya no te guste, quizá para alguien sea superbonito y ponible. Además, también suelo llevar las prendas que acumulo a las tiendas como Zara o H&M, donde te las recogen y las utilizan de alguna manera a la hora de producir stock nuevo. ¡Algunas te dan un voucher de descuento!
Reciclar los vaqueros de mi padre
Aunque pueda sonar raro, mis pantalones denim favoritos son unos clásicos Levi's de mi padre. Él me los da cuando ya no le caben y yo me encargo de adaptarlos a mi cortándoles el bajo y deshilachándolo. ¡Me encanta cómo quedan los daddy pants con una americana oversize!
Considero que los looks de invitada son muy poco sostenibles: tras estrenarlos, no queremos repetirlos en un evento en toda la temporada. Por eso, me gusta mucho compartirlos con mis amigas o hermanas, y también pedirles vestidos a ellas en ciertas ocasiones. Así no se quedan abandonados en el armario, les damos muchas más vidas y evitamos consumir más.
Llevar ropa de mi madre
Las tiendas vintage están en (súper) auge, pero, ¿y si ya tuvieras esas piezas especiales y antiguas en tu casa? Echa un ojo al armario de tu madre o al de tu abuela porque seguro te llevas alguna sorpresa. Antes, se compraba ropa y accesorios de mejor calidad, por lo que no es raro localizar un bolso de piel bonito o un abrigo elegante.
Quizás una de las opciones más obvias, pero de las más eficientes, es buscar tesoros en las apps de compraventa de segunda mano. A mí me resulta especialmente útil para los looks de invitada. Mis últimos estilismos para bodas o eventos señalados han salido de este tipo de plataformas y, una vez utilizados (y lavados, claro), los he vuelto a poner a la venta para que otra persona pudiera usarlos y ahorrarme algo de dinero. ¿Un truco para acertar siempre (aparte de pedir las medidas, por supuesto)? Ir a la tienda del vestido en cuestión y probarte el modelo más parecido que haya para comprobar qué talla eres en esa marca.
Quizás una de las opciones más obvias, pero de las más eficientes, es buscar tesoros en las apps de compraventa de segunda mano. A mí me resulta especialmente útil para los looks de invitada. Mis últimos estilismos para bodas o eventos señalados han salido de este tipo de plataformas y, una vez utilizados (y lavados, claro), los he vuelto a poner a la venta para que otra persona pudiera usarlos y ahorrarme algo de dinero. ¿Un truco para acertar siempre (aparte de pedir las medidas, por supuesto)? Ir a la tienda del vestido en cuestión y probarte el modelo más parecido que haya para comprobar qué talla eres en esa marca.
Siempre he sido muy chiquitita y he tenido que meter el bajo a todos mis pantalones. Por eso, cuando me compró los típicos de canalé de algodón o mis indispensables pantalones de campana tipo legging, con lo que corto me hago cintas de pelo. Así, además, las llevo a juego y redondeo el look. Ahora que vuelven los complementos capilares más 90's puede ser una idea estupenda para las petite.
Tengo un bebé de nueve meses y si de algo me he dado cuenta durante este tiempo como madre primeriza es que la ropa de los niños dura un suspiro, ¡crecen muy rápido! Para evitar estar comprando prendas nuevas constantemente (y guardarlas prácticamente nuevas) en mi familia hemos creado un fondo común infantil. Tenemos almacenadas en cajas prendas de niños (de distintas edades y gustos) que cada uno vamos cogiendo, utilizando y guardando de nuevo según nos haga falta. ¡Nos parece una forma muy cómoda de dar una segunda vida (y tercera o cuarta) a las prendas!
Reutilizar los vestidos de verano en invierno, Mariana Chacón
De estética lencera, tirantes finos, largo vaporoso, tejido ligero... El armario de verano cuenta con al menos uno de este tipo de vestidos que, a pesar de vivir en un país de clima privilegiado, tienen una esperanza de vida útil de más o menos medio año en función de la resistencia al frío que se tenga. La solución para llevarlos también durante la temporada de Otoño/Invierno es tan fácil como ponerse un jersey por debajo y calzarse unas botas calentitas.
Reutilizar los vestidos de verano en invierno, Mariana Chacón
De estética lencera, tirantes finos, largo vaporoso, tejido ligero... El armario de verano cuenta con al menos uno de este tipo de vestidos que, a pesar de vivir en un país de clima privilegiado, tienen una esperanza de vida útil de más o menos medio año en función de la resistencia al frío que se tenga. La solución para llevarlos también durante la temporada de Otoño/Invierno es tan fácil como ponerse un jersey por debajo y calzarse unas botas calentitas.
Cuida la ropa que ya tienes y aprende a lavarla, Mariana Torres
Extender la vida útil de tus prendas, por asequibles que sean, es crucial para garantizar que no tengas que desecharlas después de unos pocos usos. No laves tu ropa en exceso (con obvias excepciones) y, cuando hagas la colada, introdúcela siempre del revés a la lavadora. Así no solo reducirás tu consumo de agua sino que los tejidos conservarán su color y textura naturales, las costuras, los botones y abalorios. Informarse es el primer paso, así que investiga de qué materiales está hecho y qué cuidados merece este tipo de producto.
Segunda vida a tu vestido corto y abotonado, María Palma
Tras varias compras impulsivas y hacerme con vestidos abotonados demasiado cortos para mi gusto, he terminado olvidándolos en el fondo del armario. Son prendas nuevas que habré utilizado una o dos veces, y el truco que descubrí con el paso del tiempo, es darle una segunda vida de la manera más inesperada y divertida ¡convirtiéndolo en un chaleco sin mangas que combinar con pantalones y vestidos dia a día!
Falda midi creada de unos 'jeans'
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Segunda vida a tu vestido corto y abotonado, María Palma
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Falda midi creada de unos 'jeans'
La tendencia estrella que arrasa esta temporada son las faldas largas vaqueras, y si aún no tienes ninguna entre tu colección, he aquí una genial hazaña con la que ahorrarás dinero. Corta las costuras verticales de aquel jean ancho que no te pones y diseña tu propia prenda cosiendo la parte trasera y dejando abierta la delantera a modo de abertura.