Cambiar su nombre real por uno más internacional y, al mismo tiempo, muy español, Paco Rabanne, vaticinaba que la multidisciplinar carrera de Francisco Rabaneda Cuervo no se desarrollaría exclusivamente entre nuestras fronteras. Más de medio siglo después, el suyo es uno de los imperios made in Spain más consolidados, conocidos y respetados en todo el mundo, y por eso hoy tantísimas personas, de la industria de la moda y la belleza pero también del arte, el cine o la filosofía, llorarán al hombre que llevó la metalurgia desde Pasajes hasta las pasarelas internacionales. Hoy, a los 88 años, Paco Rabanne se despedía para siempre, dejando para siempre la leyenda de un hombre que Coco Chanel bautizó como "el metalúrgico de la moda".
Francisco Rabaneda Cuervo nació el 18 de febrero de 1934 en Pasajes, un pueblo al Norte del País Vasco, muy cerca de Francia. Su madre trabajaba como costurera para Cristobal Balenciaga y su padre era un coronel de las fuerzas republicanas que fue fusilado en la Guerra Civil, cuando Rabaneda apenas tenía 3 años. Con solo 5 años, se exilió a Francia con su familia. Tras vivir en Morlaix y Les Sables-d’Olonne, Rabaneda se trasladó a París, donde entre 1951 y 1963 estudiaría Arquitectura en la Escuela Nacional Superior de Bellas Artes. Esta formación se palparía años en sus creaciones de moda, que ya comenzó a idear en este periodo, pero también le permitiría diseñar otras piezas como mobiliario y esculturas.
Su primer inclusión profesional en la industria de la moda llegó diseñando detalles como botones y bordados para la alta costura de Givenchy, Nina Ricci o Balenciaga. También creó otros accesorios, como piezas de bisutería en Rhodoid que llama Las Pacotilles, y colaboró con Michèle Rosier, Christiane Bailly y Emmanuelle Khan, los estilistas del momento. Finalmente en febrero de 1966 vio la luz su primera propuesta de moda completa, Colección Manifiesto. Estaba compuesta por una docena de vestidos representativos del estilo futurista que le haría famoso y confeccionados en revolucionarios materiales. En entrevistas posteriores, el diseñador vasco confesaba que se inspiró en la obra de un amigo, el artista argentino Julio Le Parc, para utilizar así el metal, pero este hecho no impidió que los vestidos brillantes de piezas geométricas rígidas llevaran por todo el mundo el sello Rabanne. Inclusola mismísima Coco Chanel apodó a Rabanne como “el metalúrgico de la moda”.
A partir de esa primera colección, la marca y la fama del modisto detrás de ella fueron creciendo, pasando de la alta costura al prêt-à-porter, primero masculino (1976) y más tarde femenino (1990). En ese mismo año, Rabanne recibía en Francia el Dedal de Oro, una de las distinciones más importantes de la industria. Veinte años después, el Ministerio de Cultura de España revalidaba su poder, entregando a Paco Rabanne el Premio Nacional de Diseño de Moda.
Pero no solo la moda hizo crecer el icono. El carácter innovador de Paco Rabanne, palpable en sus vestidos, le llevó a experimentar con otras disciplinas comola filosofía, el cine o el mobiliario. También la perfumería ha tenido un papel fundamental en el imperio Rabanne, desde que en 1969 lanzara su primer perfume, ‘Calandre’, en colaboración con Puig. Las exitosas fragancias ‘XS’ (1993), para él, y ‘Ultraviolet’ (1999), para ella, afianzaron la firma en la industria de la belleza, mientras las líneas de alta costura y prêt-à-porter no gorazon de tanta estabilidad: la primera desapareció y la segunda pasó a manos de otros modistos.
Desde 2013, Julien Dossena es el director creativo de la firma de moda, perteneciente ahora al grupo Puig. Este diseñador francés ha sabido absorber bien la herencia de Francisco Rabaneda y hoy, tras más de 50 años, el nombre Paco Rabanne sigue en boca de las nuevas generaciones gracias a perfumes como el superventas 'One Million', pero también gracias al regreso de los vestidos metalizados y futuristas que revolucionaron la moda en la década de los sesenta.
Sus característicos diseños plateados han sabido reinventarse y han enamorado a referentes de la generación Z como Elle Fanning, Milena Smit, Manu Ríos o Lisa y Rosé de Blackpink, pero también siguen conquistando a iconos atemporales como Beyoncé o Carla Bruni. Asimismo, sus looks han conseguido hacerse un hueco en series como Emily in Paris, en las que la moda es un personaje más.