Primera aparición pública de los duques de Sussex tras desvelarse el trailer de la polémica serie documental sobre ellos que se estrenará en Netflix mañana día 8 de diciembre. En concreto, y también pocos días después de ver a los príncipes de Gales en los galardones Eartshot en Boston, el matrimonio ha acudido en Nueva York a la gala de de los Ripple of Hope para acertar el premio Derechos Humanos de la Robert F. Kennedy Human Rights Foundation. Para la ocasión, Meghan Markle quiso apostar por su imagen más glamurosa y sofisticada con un look de fiesta lleno de ricos detalles y en el que se incorporaba una joya que perteneció a su suegra, Diana, como recoge ¡HELLO! en su website.
Un vestido con guiño nupcial y complementos en negro
Para acudir a esta gala que se desarrolló en una tarde muy lluviosa en Nueva York, Meghan Markle estrenó un elegante vestido blanco con guiño nupcial. Se trata de una creación de Nicolas Ghesquière para Louis Vuitton que presenta un favorecedor escote barco con plisado, manga larga y falda con amplia abertura frontal. Lo combinó con complementos en color negro: unos nuevos zapatos de alto tacón, también de la misma casa francesa; y su clutch de satén, de Givenchy.
Un joya con gran valor sentimental
Para culminar su look, Meghan Markle lució unos largos pendientes de oro que se podrían admirar a la perfección, ya que decidió recoger su melena en un moño italiano. Sin embargo, hubo una joya que captó gran atención, su anillo con aguamarina en talla esmeralda. Esta pieza, valorada en unos 86.000 euros y obra de la firma británica Asprey, tal y como precisa Daily Mail, pertenecía a Diana de Gales.
De hecho, esta joya la llevó en múltiples ocasiones como, por ejemplo, en una recepción benéfica en junio de 1997 o durante una cena organizada en Sídney el 31 de octubre de 1996. Esta cita australiana fue en la que pudimos verla por primera vez con esta creación que se compró ella misma después de su divorcio con el príncipe Carlos y con el que vino a reemplazar el icónico anillo de compromiso que años más tarde el príncipe Guillermo le daría a Kate Middleton.
Sin embargo, no es la primera vez que Meghan Markle rescata esta joya de la madre del príncipe Harry. Por ejemplo, le acompañó en el día de su boda, pues la lució (por primera vez) junto a su segundo vestido de novia, una creación con escote halter de Stella McCartney. Por su parte, también la mostró durante su tour por Oceanía en octubre de 2018, momento que mostró sus primeros looks premamá. En concreto, la eligió para ir a una cena de Estado en Nuku’alofa, Tonga.