El mes de septiembre no solo simboliza el desalentador fin de las vacaciones de verano. Para muchas, es también un momento para reconectar con las novedades del mundo del cine, la moda y la cultura en general. Las entregas de galardones se suceden a la par que los desfiles de nuestras firmas preferidas, mientras analizamos al detalle las elecciones de las invitadas más estilosas. Este lunes, el Microsoft Theater de Los Ángeles (California) ha acogido la celebración de la 74º edición de los Premios Emmy, oportunidad de oro para fichar a las actrices mejor vestidas sobre la alfombra roja. El veredicto no fue ninguna sorpresa: Hoyeon Jung, que antes de ser intérprete fue modelo, hizo alarde de su estatus de musa con un vestido artesanal de 20.000 lentejuelas.
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20.000 lentejuelas para una musa de la Alta Costura
Si bien la actriz coreana es mejor conocida por su rol protagónico en la exitosa serie El Juego del Calamar, la fama tocó su puerta cuando Louis Vuitton la contrató como modelo, años antes de que esta siquiera coquetease con la idea de salir en Netflix. La simbiosis 'marca-musa' es tal que solo podía ser ella quien llevase este diseño de falso tweed confeccionado a medida por la firma francesa con el más rico satén de seda negro en una sofisticada silueta de caída libre, similar a la de un vestido lencero. Su formato de finos tirantes espagueti y escote redondo, con una delicada cinta posterior, contrastan con los adornos que recubren de arriba a abajo el tejido, miles de aplicaciones multicolor bordadas a mano.
Para la decoración, los artesanos de la casa francesa emplearon las exclusivas lentejuelas Langlois en tonalidades complementarias de colores pastel. Estas, superpuestas a lo largo de la pieza, recrean y reinterpretan un patrón de tweed clásico dotado con un efecto tridimensional por medio de las lentejuelas negras - tanto brillantes como de acabado mate- que simulan relieve y profundidad sobre el sedoso tejido. En total, se necesitaron más de 20.000 para completar el diseño y ofrecernos esta espectacular estampa de su musa sobre la alfombra roja.
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Una vez más, Louis Vuitton pone en valor la tradición de la Alta Costura que caracteriza a la firma desde sus inicios, cuando tan solo se dedicaban a la marroquinería. A contracorriente con la tendencia actual de la producción masiva, las enseñas de lujo están experimentando un rechazo tajante a las dañinas técnicas del fast fashion, con Vuitton a la cabeza. Recientemente, la maison abrió dos nuevas fábricas en Francia y además restauró una antigua abadía para convertirla en taller.
En sus salones, los couturiers trabajaron durante 110 horas en suma para montar la base de este impresionante vestido y, por si fuera poco, dedicaron 490 horas más al bordado manual de cada uno de los paillettes que hacen de esta pieza un sueño terrenal.
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Una diadema de crisantemo, el toque final que nadie esperaba
Un look como este no necesitaba accesorios estrafalarios, pues solo su componente principal es suficiente para acaparar todos los focos, pero nunca está de más un detalle sutil que aporte elegancia sin por ello recargar el conjunto. Es lo que la actriz ha conseguido con su exquisita diadema, elaborada con las mismas lentejuelas que decoran su vestido, cristales, un baño de nácar y los pétalos de un crisantemo dorado.
Por pequeña que parezca, la diadema requirió la intervención de un diseñador, un joyero, un pintor, un dorador y una máquina de laser, que después de 30 largas horas dieron con el precioso resultado final que este lunes reposó sobre la cabeza de Hoyeon en los Premios Emmy.
¿Te apetece cambiar de bolso?
El vestido, las joyas, la diadema… Hasta la compradora más fiel de la casa podría dar por concluido el perfecto look de alfombra roja, pero resalta en manos de la actriz un bolso personalizado que rompe con los esquemas habituales de estilo en este tipo de actos. En lugar de posar en modo ‘manos libres’, como acostumbran muchas de sus compañeras, o decantarse por un clutch miniatura, la intérprete llevó un ejemplar de piel de cordero negra con guiños al icónico modelo Trunk que, al cerrarse, adquiere la forma de la flor 'LV' presente en su monograma.