El torneo de Wimbledon es una de las citas preferidas de Kate Middleton año tras año. Como la apasionada del deporte que es, no se pierde una edición, aunque su rol de espectadora la exime de vestir ropa deportiva. Este campeonato de tenis, de hecho, le ha servido de excusa para estrenar y reciclar algunos de sus vestidos 'lady' más elegantes y llamativos. La celebración de la final femenina esta mañana no ha sido la excepción, pues rescató el vibrante diseño amarillo que fascinó en Jamaica.
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El vestido de imponente lazo que vimos en Jamaica
Su elección de este sábado es el vestido Brigitte, de la firma Roksanda. Una diseño amarillo de crepe y seda con drapeado frontal y maxilazo en el escote que se ciñe en la cintura para desembocar en una falda acampanada, la cual aporta mucho movimiento a la prenda. El vestido se encuentra completamente agotado en esa alegre tonalidad, aunque aún puede comprarse en color rosa palo por 1.340 euros. Se cree que el modelo que luce Kate es un ejemplar personalizado, pues el original no lleva mangas.
En cuanto a los complementos, la duquesa de Cambridge solo ha echado mano de unos discretos pendientes colgantes de flor de diamante y citrino, cortesía de Kiki McDonough, y sus salones blancos Gianvito 105, de Gianvito Rossi, los mismos que Máxima de Países Bajos posee en más de una decena de colores distintos.
Sí se trata de un vestido de corta vida en su colección, pues es apenas la segunda vez que lo luce en público. Lo vimos por primera vez cuando aterrizó en Jamaica, el segundo destino en su gira por El Caribe, el pasado mes de marzo. Allí llevó esta pieza también con salones blancos, los Cece 105 de Aquazzura; un nuevo bolso de mano, el diseño Vara de Salvatore Ferragamo, y los pendientes Celeste, de Sézane. En vista de las altas temperaturas de la región, aquella tarde se recogió el pelo en una coleta alta.
También de amarillo en Wimbledon, hace cuatro años
El amarillo no es precisamente un color que tenga presencia importante en el armario de Kate. A diferencia del fucsia, el azul o el rojo, esta potente tonalidad primaria solo es protagonista de unos pocos vestidos de su repertorio. Entre ellos, sin embargo, sorprende encontrar este ejemplar de tipo cóctel con mangas cortas acampanadas, sacado de la colección Resort 2017 de Dolce & Gabbana, en otra edición del torneo de Wimbledon. Concretamente, en la final masculina del campeonato de 2018.
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