Madrid vive estos días unos momentos históricos al ser sede de la cumbre de la OTAN, evento que ha reunido en la capital a los jefes de estado de los países miembros, así como de los invitados. Los Reyes, junto a Pedro Sánchez, están ejerciendo de perfectos anfitriones, y cuentan con una apretada agenda esta semana. Ayer doña Letizia tuvo un encuentro con la Primera Dama estadounidense, Jill Biden, -cita en la que deslumbró con un nuevo vestido de guiño flamenco- y hoy ha vuelto a reunirse con ella, esta vez para visitar juntas un centro de refugiados ucranianos en Pozuelo de Alarcón. A falta de descubrir qué look elegirá la Reina para la cena de gala de esta noche, por la mañana ha optado por el minimalismo apostando por uno de sus estilismos más icónicos y atemporales: el traje blanco.
Un look con historia
Desde que en el inolvidable momento del anuncio de su boda hace ya 18 años, se decantara por la sofisticación y la sobriedad de un traje blanco de la firma italiana Armani para posar junto a su futuro marido, doña Letizia ha hecho de este look uno de sus preferidos tanto para el día a día como para ocasiones más especiales, puesto que se trata de una combinación muy versátil que se transforma según los accesorios que le sumes. En esta ocasión no recurre a aquel inolvidable diseño italiano, pero escoge uno muy similar.
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Detalles que marcan la diferencia
Se trata de un dos piezas de Carolina Herrera, una de sus marcas de moda preferidas, compuesto por una sencilla blazer de solapas y unos pantalones de tiro alto acampanados, un tipo de corte que alarga visualmente la pierna. Para mayor sofisticación, le ha sumado una blusa satinada en tono rosa, un modelo con cuello a la caja y detalles drapeados firmado por Hugo Boss. Ha completado con unos salones en el mismo tono, un par de puntera afilada y tacón ancho y cuadrado que aporta gran comodidad, ideal para pasar la jornada de pie.
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Ha recogido su melena en una coleta alta que despejaba totalmente su bronceado rostro y nos permitía apreciar a la perfección los pendientes que ha elegido, unas piezas colgantes con forma de hojas pertenecientes a la joyería José Luis. Como es habitual, tampoco ha prescindido de su inseparable anillo dorado de Karen Hallam, regalo de sus hijas.
Por su parte, la mujer de Joe Biden se ha mantenido muy fiel a su estilo y ha lucido un vestido midi de silueta evasé confeccionado en un tejido floral multicolor, una prenda de manga corta con discreta abertura frontal y falda acampanada que ha coordinado con salones clásicos en tono marino.