Este fin de semana marcó el ansiado regreso de los duques de Sussex a Europa para asistir a la inauguración de los Juegos Invictus en La Haya, después de un largo período en Estados Unidos, donde residen desde hace más de un año. En este viaje, Meghan Markle sorprendió con un abanico de looks tan distintos como sofisticados, desde el cojunto de tweed y vaqueros que recordaba a Diana de Gales hasta el impoluto traje blanco de su llegada, pero hubo dos estilismos que no capturaron las cámaras y pasaron desapercibidos... ¡hasta hoy!
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Para la recepción de los Juegos Invictus, el pasado domingo 17 de abril, Meghan se decantó por un minidiseño de mangas largas y cuello redondo, también blanco, de la firma Valentino, con detalle calado de flores en el escote, que conjuntó con sencillas bailarinas negras, un bolso pequeño tipo saco de ante marrón, de Khaite, y unas gafas de tipo cat eye con montura de carey, de Valentino. Remató el look con un maquillaje luminoso de labios rojos y un peinado de lado con ondas.
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La mujer del príncipe Harry es bien conocida por tener un armario cuantioso, de los más cotizados de la realeza, y sus prendas están valoradas en decenas de miles de euros. Fue la royal que más gastó en 2018 y en 2021 estrenó el vestido más caro del año. Por ello, no debería sorprender que incluso sus posados más discretos se alejen de lo asequible. Pocas pueden permitirse este vestido corto italiano, de 3.900 euros, o su bolso 'mini' de ante, disponible online por 1.120 euros.
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Más tarde ese día, la duquesa de Sussex visitó la embajada de Reino Unido en La Haya con un estilismo un tanto más formal, más apropiado para una cita diplomática pero ciñiéndose al ambiente distendido de su visita a Países Bajos. Apenas existe evidencia gráfica de aquel encuentro, pero hemos podido saber gracias a los presentes que Meghan escogió una camsa clásica de botones azul; una americana de raya diplomática en azul marino con botones frontales en dorado, de Veronica Beard, y unos vaqueros ajustados muy similares a los que llevó apenas unas horas antes en la ceremonia de apertura de los juegos.