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Aunque este fin de semana Meghan Markle se ha convertido en el centro de atención tras su regreso a Europa -por primera vez desde que se trasladaran a California- con motivo de los Premios Invictus, la última aparición de Kate Middleton tampoco ha dejado a nadie indiferente. La Duquesa asistía esta misma mañana al servicio religioso celebrado en la Iglesia de San Jorge, en el Castillo de Windsor, en compañía del príncipe Guillermo y sus hijos George y Charlotte. Ocasión en la que no ha querido arriesgar y ha rescatado de su armario un vestido que mantiene la silueta que tanto le gusta (y favorece).
© GtresonlineEl abrigo-vestido que nunca falla
Se trata de un diseño de Emilia Wickstead, una de sus modistas de referencia, que ya llevó en 2017 durante una visita a Luxemburgo. Una prenda de manga larga y escote cruzado con solapas, cintura marcada y falda evasé hasta las rodillas, que simula ese efecto de abrigo-vestido que tanto gusta a Kate. Pero además, el color azul en sus diferentes gamas y tonalidades es una de sus apuestas seguras a la hora de llevar este tipo de prendas, que suele combinar con joyas de Diana de Gales. En esta ocasión, un azul celeste que ha mantenido como color protagonista al combinarlo con unos salones y un bolso de mano en el mismo tono.
© Getty ImagesEl azul, su color favorito
Estilismo que recuerda inevitablemente al que llevó durante la Misa de Pascua de 2019, donde recuperó su abrigo azul bebé de Alexander McQueen con cuello chimenea. En aquella ocasión, y al igual que hiciera durante su visia a Luxemburgo, rompió ligeramente la línea monocolor añadiendo al conjunto unos zapatos de tacón y un bolso de mano en tonos grisáceos. Pero esta no es la única ocasión en la que la duquesa de Cambridge ha apostado por una fórmula de estilo similar. De hecho, los diseños evasé con cinturones o efecto abrigo, como su vestido favorito para marcar cintura o su abrigo más favorecedor, son piezas clave de su armario.
© GtresonlineSu accesorio estrella para invitadas
En esta ocasión, el único detalle que ha roto con la estética monocolor ha sido la diadema con la que ha recogido su melena, que caía suelta creando ondas sobre su espalda. Una pieza azul marino con lazos en los laterales que dejaba a la vista sus originales pendientes de perlas, los cuales recreaban la forma de una flor. Dicho complemento, al que Kate recurrió para rematar su estilismo en el bautizo del pequeño Archie, se ha convertido en uno de los accesorios favoritos de las mujeres de la realeza europea y uno de los secretos para elevar con un sencillo gesto cualquier look de invitada.
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