Justo una semana después de asistir junto al Rey al servicio religioso en honor al duque de Edimburgo en Londres, la Reina regresa hoy a Gran Bretaña en un acto oficial junto al príncipe Carlos. Juntos, inaugurarán dos exposiciones de arte en el castillo de Auckland, y no será la primera vez que ambos coinciden en una cita de este tipo, puesto que hace justo tres años ya acudieron a ver una colección de Sorolla. Si en aquella ocasión doña Letizia estrenaba un fabuloso vestido floral de Carolina Herrera, hoy ha repetido estrategia y ha estrenado diseño, pero ha preferido apostar por su paleta de color preferida.
A pesar de haber dado comienzo abril y encontrarnos en plena primavera, las temperaturas no están acompañando, por lo que doña Letizia ha tenido que decantarse por un estilismo bastante invernal, rematado por un abrigo de paño negro para protegerse del frío, un modelo clásico de corte recto y solapas firmado por Carolina Herrera que ha lucido a su llegada al castillo. Tras una cariñosa bienvenida del heredero inglés, ha prescindido de esta prenda permitiéndonos apreciar a la perfección el vestido que llevaba debajo, una nueva adquisición de lo más favorecedora en su tonalidad más característica, perteneciente también a la firma del grupo Puig.
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Un look candidato a favorito
Doña Letizia ha escogido una favorecedora prenda que parecía destinada a ella y que con total seguridad va a convertirse en un diseño de fondo de armario que reciclará en más de una ocasión por varias razones. La primera, su color rojo oscuro, el cual adora y al que recurre con bastante asiduidad, y la seguda, su silueta. Se trata de una pieza de cuello a la caja, cuerpo entallado, manga larga y falda midi evasé, un tipo de corte muy favorecedor y elegante pero también versátil, puesto que puede lucirse todo el año. Además, al no agregar grandes adornos -únicamente unos botones al hombro-, no pasa de moda y podrá lucirlo dentro de varios años sin ningún problema.
Lo ha acompañado de unos salones de piel a tono de Magrit que le hemos visto en numerosas ocasiones y bolso de mano acolchado a juego, de Carolina Herrera. Ha rematado con unos pendientes de brillantes de Chanel que iluminan su rostro, los cuales se lucían a la perfección gracias a su original peinado, un semirrecogido con ondas que aportaban mucho volumen.
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