Después de asistir este martes al multitudinario servicio religioso en honor del duque de Edimburgo en Londres, los Reyes han retomado su agenda oficial en Madrid. Mientras don Felipe ha presidido unas audiencias en el palacio de la Zarzuela y su madre ha viajado a Estados Unidos, doña Letizia ha asistido a un acto organizado por la FAD (anteriormente Fundación de Ayuda contra la Drogadicción), causa con la que colabora de manera recurrente. Tras elegir un estilismo muy sobrio con tocado para la citada misa, hoy recupera en Madrid su imagen más cañera con su falda lápiz de leopardo, la cual ha combinado de manera novedosa, tomando prestado un abrigo del armario de su hija mayor.
La elegancia del estampado animal
Demostrando una vez más que el animal print también puede ser (muy) elegante, ha reciclado una falda tubo de jacquard con efecto piel de leopardo en blanco y negro que le hemos visto ya en cinco ocasiones. Se trata de un diseño de Roberto Verino que estrenó el 1 de diciembre de 2017 y que nunca lleva de la misma manera. A pesar de que hay prendas que la Reina repite siempre combinadas entre sí, curiosamente con este diseño siempre busca innovar para que parezca nuevo. De esta manera, lo ha llevado tanto con blusas de colores -de naranja a verde- como con modelos más neutros y blazers clásicas.
- El curioso caso de la blusa de 39 euros que doña Letizia tardó meses en estrenar
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Esta vez le suma un sencillo top negro básico de cuello redondeado, así como sus salones bicolor de Magrit y un bolso de efecto cocodrilo con asa de cadena dorada. Sin embargo, lo más llamativo ha sido el abrigo con el que se ha resguardado del frío que todavía hace en la capital madrileña, no por su diseño, puesto que es una prenda sencilla de fondo de armario, sino porque ya se lo habíamos visto antes... a Leonor. A medio camino entre la capa y la chaqueta, esta creación en paño blanco está firmada por CH Carolina Herrera (una de las marcas preferidas de ambas) y cuenta con corte evasé, solapas en el cuello y doble botonadura metalizada. La princesa de Asturias estrenó esta prenda durante un acto oficial en Oviedo en octubre de 2020, combinada con un vestido verde de Mango y bailarinas con puntera afilada de Pretty Ballerinas. Al contrario que su madre, que la lleva sobre los hombros para potenciar el efecto capa, ella la lució de manera convencional, aunque la dejó sin abrochar.
No es, ni de lejos, la primera vez que vemos a la Reina compartir ropa con sus hijas o con su suegra, de hecho, este mismo lunes elegía un vestido de doña Sofía para recibir al presidente de Costa Rica en el palacio de la Zarzuela. Lo curioso en este caso es que resulta complicado afirmar a quién pertenece el abrigo en cuestión, puesto que a ambas les queda bien y podría tratarse tanto de un présamo de la Princesa a su madre o viceversa. Algo similar ocurre con los pendientes de oro estilo 'bambú' que tantas veces ha llevado doña Letizia pero que estrenó (al menos en público) su primogénita.