En las últimas horas, la Casa Real sueca ha hecho públicas en su página web una serie de retratos oficiales individuales de los miembros de la familia, además de una fotografía común en la que los reyes Silvia y Carlos Gustavo posan junto a sus tres hijos, Magdalena, Suecia y Carlos Felipe, y las parejas de estos dos últimos, además de con sus dos nietos mayores. Muy elegantes, ellos de traje y ellas en vestidos de tonos empolvados, sonríen a cámara. Sin embargo, no ha sido ni la pequeña corbata del príncipe Oscar ni el impecable vestido de su hermana los que han acaparado nuestra atención, sino el calzado que ha escogido Sofia, un exclusivo par con mucha historia tras él.
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Unos zapatos con historia
La mujer del príncipe Carlos Felipe ha elegido para esta instantánea un sencillo pero elegantísimo vestido satinado de cuello perkins, manga corta y falda midi en línea 'A', un modelo bautizado como Arwen y perteneciente a la firma Stenströms. Lo ha combinado con unos zapatos a tono que seguro que te suenan, unos stilettos joya de satén azul cobalto con tacón finísimo que han enamorado a las expertas en moda de todo el mundo. Se trata del emblemático par Hangisi de Manolo Blahnik, convertido en objeto de culto desde su lanzamiento hace ya 14 años. El diseñador canario se inspiró en Napoleón I, Josephine y Pauline Bonaparte para crear este modelo de aires históricos adornado con una reconocible hebilla de 144 cristales brillantes, pero fue otra mujer la que lo catapultó a la fama mundial convirtiéndolo en un icono atemporal: Carrie Bradshaw.
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El nacimiento de un icono
Seas gran fan de Sexo en Nueva York o hayas visto solo un par de episodios, sabrás que el personaje de Sarah Jessica Parker se caracteriza por su excéntrico armario y, más concretamente, por su increíble zapatero, en el que conviven diseños de las firmas más exclusivas del mundo, siendo los 'Manolos' sus preferidos. En 2008, cuatro años después de que se emitiera el último episodio de la serie, la historia continuaba en la gran pantalla con una película en la que -¡por fin!- veíamos cómo John James Preston, o lo que es lo mismo, Mr. Big, se arrodillaba para pedirle matrimonio a Carrie. Eso sí, en lugar de un tradicional anillo de diamantes le ofrecía otro regalo de compromiso: los ya famosos salones azules, que posteriormente tuvieron un gran simbolismo para la pareja, puesto que ella los llevaba en la escena en la que se dan el 'sí, quiero', así como (atención, SPOILER) en el trágico momento en el que se ven por última vez en la serie And Just Like That.
Un antes y un después en tendencias nupciales
Desde que se estrenó la cinta, este par, concebido inicialmente en negro, verde y rosa y creado en azul intenso por deseo expreso de Sarah Jessica Parker y Patricia Field (directora de vestuario de la película), se convirtió en un auténtico icono de moda y creó tendencia tanto en la calle como en el altar, puesto que numerosas novias han seguido los pasos de Carrie y han sucumbido ante ellos, incluida una de las influencers más famosas del mundo: Olivia Palermo, quien los lució en su boda con Johannes Huebl en 2014. Actualmente siguen disponibles tanto en las boutiques de la marca como a través de la página online en nada menos que ¡14 tonos diferentes! por 935 euros, y son numerosas las tiendas tanto de lujo como asequibles que los han versionado en alguna ocasión, incluida Zara.
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Triunfa también entre las nuevas generaciones
Aunque hayan pasado ya 14 años desde el lanzamiento de este calzado, el haberse establecido como un auténtico clásico ha hecho que conquiste a mujeres de estilos y generaciones muy diferentes. Por ejemplo, Victoria de Marichalar también los posee en el mismo color, de hecho, los lucía hace apenas un par de meses para completar el impecable look de Loewe con el que asistió a SIMOF.