Tras la celebración de la alfombra roja de los premios Goya, despedíamos febrero con los reconocidos premios César. Ceremonia en la que Cate Blanchett volvió a brillar, no solo por su estilismo con pedrería y blazer de lentejuelas, sino también por haber recibido el premio honorífico a su trayectoria cinematográfica. La gala reunió a numerosas estrellas del cine francés y nos regaló varios looks de alto impacto, como el impresionante vestido con capa de lunares de Léa Seydoux o el delicado diseño de terciopelo de Renate Reinsve, ambos espectaculares creaciones de una de las firmas con más podería y protagonismo en esta red carpet: Louis Vuitton.
Sin duda el de la actriz noruega fue una de las apuestas más especiales de la noche, repleta de detalles de encaje negro bordado en el bajo y el escote. Un diseño cuya estructura recta y la caída del tejido recordaban a la moda de principios de siglo XX y que convirtió a Reinsve -ganadora por cierto del premio Cannes a Mejor Actriz por su papel en La peor persona del mundo- en una de las invitadas más elegantes de la velada. El vestido presentaba además un volante de terciopelo en la cintura así como una discreta cola que caía a sus pies a modo de capa superpuesta, y una pronunciada abertura en la falda. Detalles que fueron confeccionados artesanalmente en el taller de la firma, que ahora abre sus puertas a ¡HOLA! para mostrarnos el exclusivo proceso creativo.
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Como decimos, el valor y la delicadeza de este diseño se aprecia en los detalles, como las lentejuelas que bañan el bajo del vestido o las perlas negras del bustier que fueron cosidas a mano sobre el encaje por los artesanos de Louis Vuitton. En concreto, esta última pieza traduce a la perfección la simbología del savoir faire de la firma. De las 200 horas de trabajo dedicadas al look de invitada, 150 estuvieron dedicadas al bordado a mano del bustier. Toda una obra de confección que Renate Reinsve supo culminar con los complementos. En su caso, optó por unas sandalias negras con tira al tobillo cuyo tejido presentaba también un discreto brillo satinado, acorde con el vestido y varias joyas. Un brazalete y un anillo, ambos de oro blanco y diamantes, pertenecientes a la colección de alta joyería de Louis Vuitton.