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La princesa Ingrid Alexandra de Noruega está de celebración. Y es que la hija de los príncipes Haakon y Mette-Marit cumple 18 años. Un señalado aniversario, cuyas celebraciones principales se han tenido que aplazar debido a la crisis sanitaria de la COVID-19. Sin embargo, varios son los actos en los que hemos podido verla esta semana. Diferentes oportunidades de descubrir cómo esta joven miembro de la realeza tiene un estilo cada vez más maduro. Eso sí, lo que es curioso en su armario es su conexión con otras royals de diferentes edades a través de sus elecciones de moda, como las que acompañan a esta noticia.
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La madurez de su estilo
Ante la proximidad de su 18º cumpleaños, la Casa Real noruega distribuyó el pasado martes varias nuevas imágenes oficiales de Ingrid Alexandra de Noruega. En ellas, una de sus apuestas de moda, era un traje sastre de chaqueta y pantalón a juego con el que aparecía sentada sobre un sofá blanco en su oficina. Con esta apuesta de dos piezas coordinadas, huía de otras elecciones más juveniles para conseguir así mostrar una imagen más madura a través de un estilo que, por ejemplo, gusta a royals como doña Letizia o Kate Middleton.
El look en su cumpleaños
En este día de su cumpleaños, la Casa Real de Noruega ha ampliado los nuevos retratos oficiales de la Princesa. Gracias a ello, hemos podido verla con un nuevo look, compuesto por un vestido midi de acabado satinado, manga corta y plisado posterior en la falda. Una creación de Lanvin que llevó su madre en el concierto por el Nobel de la Paz en 2004.
-El exclusivo bunad con el que Ingrid de Noruega recibió la Confirmación
El inolvidable vestido de fiesta en el día de su Confirmación
El 31 de agosto de 2019, Ingrid Alexandra de Noruega recibía la Confirmación en la capilla del Palacio Real. Para la ocasión, la Princesa llevó un bunad, es decir, un traje tradicional noruega que se utiliza en citas significativas. Sin embargo, posteriormente, cambió de look y lució un vestido de fiesta con cuello Perkins, manga larga, cuerpo de guipur adornado con motivos florales y falda plisada de crepé. Un diseño de tendencia bajo el sello de Self Portrait que resultaba muy familiar, pues, previamente, ya lo habían llevado otra dos royals: Sofia de Suecia y la duquesa de Cambridge.
Su jersey de punto con volante romántico
La doble anécdota se apoderó de la elección de Ingrid Alexandra para posar en la felicitación navideña de 2021. Para la ocasión, la nieta de los reyes Harald y Sonia de Noruega llevó un jersey de punto blanco, cuello romántico de pequeños volantes y mangas con línea abullonada. Una prenda de la firma afincada en Los Ángeles CO que tomaba prestada del armario de su madre, la princesa Mette-Marit, quien la estrenó el 21 de agosto de 2018. Curiosamente, esta pieza también sedujo a Mary de Dinamarca, que la tiene en su vestidor desde 2019.
-Ingrid de Noruega y su look de la doble anécdota para felicitar la Navidad
-Ingrid de Noruega y las zapatillas de las mujeres más influyentes
Se apunta al calzado cómodo más de tendencia
Aunque su estilo es cada vez más maduro, la conexión de Ingrid Alexandra con las jóvenes royals es patente. Por ejemplo, no falta en su armario unas zapatillas blancas con las que transformar un look. Así lo logró durante sus compromisos 2019 cuando eligió unas deportivas de Superga para combinar con una falda beis de tul, de Cathrine Hammel. Curiosamente, el modelo elegido también figura en el calzador de su madre, así como en los de la duquesa de Cambridge, Carlota Casiraghi o Beatrice Borromeo.
-Ingrid Alexandra afianza su imagen más madura con pendientes de diamantes y bolso de cocodrilo
Su madre, su principal inspiración
Vistas todas estas conexiones a través del estilo de Ingrid Alexandra de lo que no hay duda es que su referente es su madre. De ahí, que compartan prendas y complementos como hacen otras madres royals con sus hijas. En la jornada previa a su 18º cumpleaños, la Princesa participó en varios compromisos oficiales en los que definió su imagen a través de una chaqueta blanca de Stella McCartney, un bolso de cocodrilo de Aspinal of London y unos pendientes de oro y diamantes que ya había llevado previamente la princesa Mette-Marit.