La bienvenida al nuevo año antecede por menos de una semana al primer acto de los Reyes en público, la tradicional Pascua Militar del 6 de enero, a la que asisten juntos desde 2005, cuando aún eran Príncipes de Asturias. Desde entonces, la Reina ha mantenido una fórmula infalible y constante que da fe de su elegancia, decantándose casi siempre por el color azul en sus distintas tonalidades y por diseños de falda larga. De hecho, la jornada ha estado marcada en términos de estilo por un vestido camisero que continúa dicho legado, aunque ha sido el nuevo accesorio de doña Letizia, un inesperado piercing en la oreja, el se ha llevado toda nuestra atención.
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-Doña Letizia, un año de estrenos sin precedentes que cambiaron su imagen
Sigue la tradición con un vestido camisero
El primer look de la Reina en 2022 podía predecirse bajo una mirada retrospectiva a sus ceremoniales posados, pues en su historial de estilismos para la Pascua Militar conserva una línea estilística muy clara, que comprende más de una apuesta repetida de años anteriores (en el mismo evento), estrenos de sus firmas predilectas y múltiples diseños de falda larga en color azul. En esta oportunidad, no ha dudado en recurrir nuevamente a esos detalles que nunca fallan, optando finalmente por un vestido de tipo camisero azul con amplia falda de vuelo y cinturón en el mismo tejido, culminado con una hiperbólica lazada. Al bajarse del coche, no obstante, se ha cubierto parcialmente con un sofisticado abrigo corto de piel, de Felipe Varela, en vista de las gélidas temperaturas que azotan al país estos días.
Su amuleto cromático en la Pascua Militar
Si bien no se trata de un modelo repetido, sí que guarda relación con otro de sus estrenos de esta solemne conmemoración. En 2018, la Reina llevó por primera vez este vestido de terciopelo azul con cuello de camisa al estilo Peter Pan y cinturón coordinado, de Felipe Varela, un ejemplar que genera en el cuerpo el mismo efecto de 'silueta reloj de arena' que volvemos a ver este 6 de enero gracias a otro camisero del mismo color, su talismán definitivo en la primera cita del año.
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Un piercing y otras anécdotas de su joyero
No sorprendió en lo absoluto que la madre de Sofía y Leonor llevase al evento su confiable anillo circular de Karen Hallam, pues jamás se lo quita, ni sus pendientes de aro en oro blanco con pequeñas aguamarinas, de Bvlgari, piezas que pertenecen a su colección desde hace años. Sin embargo, otros dos accesorios se han robado el protagonismo al completo. En el lóbulo de su oreja izquierda, resalta un pequeño piercing plateado en forma de bolita que no le habíamos visto antes, el mismo año que la mujer de Felipe VI hace sus 50 años, y que aporta unos aires rejuvenecedores a lo que de otra forma hubiera sido un sencillo estilismo protocolar.
Añadido a este inusual complemento, ha portado un broche histórico de principios del siglo XX que forma parte de las llamadas 'joyas de pasar' de la Familia Real y lució por primera vez en la condecoración militar de 2019, hace exactamente tres años. A pesar de su llamativa composición de doble corona de diamantes con perla central y perla colgante en forma de pera, llamó la atención por otra razón muy distinta, al desprenderse más de una vez del traje de la Reina.