Este martes los Reyes han ejercido de perfectos anfitriones para el presidente de la República Italiana, Sergio Mattarella, y su hija Laura, quienes aterrizaban esta mañana en nuestro país con motivo de un viaje de Estado que ha durado apenas unas horas pero que ha estado repleto de actos. Para las citas de esta mañana, doña Letizia ha reciclado su vestido de tweed más misterioso, un elegante diseño que estrenó hace cuatro años cuya procedencia se desconoce. Unas horas más tarde, ha sustituido este sencillo y correcto estilismo, ideal para un acto de día, por un impresionante look que teníamos muchas ganas de ver. Después de dos años y medio, han vuelto por fin las cenas de gala al Palacio Real de Madrid, y, con ellas, los espectaculares diseños de gala y las piezas más impresionantes del joyero real, incluyendo las tiaras.
Un vestidazo que realza la silueta
Como era de esperar, la Reina ha acaparado todas las miradas con su conjunto, puesto que no la veíamos lucir un vestido de gala y tiara desde octubre de 2019, en la entronización de Naruhito de Japón, cuando impactó con un diseño fucsia de Carolina Herrera que dio la vuelta al mundo. Hoy ha preferido estrenar, optando por un sencillo pero fabuloso diseño negro de Giorgio Armani que potenciaba su figura. Se trata de una creación de tirante ancho y escote corazón que realza el pecho y que sorprende por ser más pronunciado que los que lleva habitualmente. Cuenta además con unos estratégicos drapeados en la cintura que generan esa sensación 'de avispa', de donde parte una falda acampanada con mucha caída.
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Complementos infalibles
Como es habitual en este tipo de citas de largo, ha recogido su melena, optando esta vez por un moño bajo trenzado con raya al medio y acabado pulido. Se ha decantado por un precioso maquillaje de noche que realzaba su mirada mediante un ahumado en tonos dorados, un delineado negro y máscara de pestañas con efecto XL. Ha completado con unos sencillos stilettos negros y su adorado bolso Knot de Bottega Veneta a juego, cediendo el protagonismo a las grandes protagonistas del look: las joyas.
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Luce la tiara rusa por segunda vez
Tal era la expectación que teníamos por volver a ver a doña Letizia con una de las increíbles tiaras de su colección que hasta se hicieron apuestas por ver cuál elegía esta vez. Entre las favoritas, la floral de Melleiro, la de Lis o la rusa, por la que finalmente se ha decantado. Es una espectacular pieza de Cartier realizada en platino, perlas y diamantes formando lágrimas invertidas, que debe su diseño a los tradicionales tocados rusos, los kokoshnik, de ahí su nombre. Perteneció a la reina María Cristina, quien la usó por primera vez en 1906. Tras su muerte, la heredó su hijo, el rey Alfonso XIII, quien, a su vez, y con motivo de la boda de su hijo, don Juan, con doña María de las Mercedes, futuros Condes de Barcelona, se la regala a su nuera en 1935. La reina Letizia la lució por primera (y última hasta hora) vez en noviembre de 2018.
Los emblemáticos chatones
Además de esta espectacular pieza, ha lucido también el conjunto de collar y pulsera de chatones, firmados por la prestigiosa casa Ansorena y pertenecientes ambos a las denominadas 'joyas de pasar' de la reina Victoria Eugenia. También ha decorado su banda banda verde y roja - que simboliza la Orden al Mérito de la República Italiana- con un broche colgante de perlas y diamantes. No se ha quitado su inseparable anillo dorado de Karen Hallam, regalo de sus hijas al que le tiene un gran cariño.