Cada nuevo enlace real trae consigo un despliegue de vestidos de lujo y joyas mayestáticas y el 'sí quiero' entre Philippos de Grecia y Nina Flohr esta tarde en Atenas no ha sido la excepción. A pesar de la larga lista de mujeres elegantes que han acudido a la ceremonia, Beatriz de York y Tatiana Santo Domingo se han ganado un lugar en entre las mejor vestidas con nada más y nada menos que dos diseños que formaban parte de sus armarios. De hecho, los habían lucido anteriormente a otros eventos de gala. Si estás corta de presupuesto de cara a las próximas bodas de otoño, inspírate en los trucos de estas royals para dar un giro de 180 grados a sus vestidos preferidos.
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Beatriz de York, devota de los lazos y del brillo
Tan solo un mes después de dar a luz a su primera hija, la sobrina de la reina Isabel II ha acudido a la boda de Philippos de Grecia y Nina Flohr de la mano de su marido Edoardo Mapelli con un deslumbrante vestido bicolor de escote compuesto por una falda recta negra y una blusa en tono crudo de escote pico con ribetes de perlas y en cuya cintura reposa un lazo de pedrería violeta. No es, sin embargo, la primera vez que impacta a los fotógrafos con este diseño artesanal, sacado de la colección Pre-Fall 2018 de Gucci, pues lo había llevado a la recaudación benéfica Global Gift Gala, hace exactamente tres años, de forma muy similar. ¿Qué ha cambiado?
La hija mayor de Andrés de York y Sarah Ferguson nos ha dado hoy una masterclass en el arte de reinventar un vistoso estilismo fiesta con fin de darle un toque diferente. A pesar de llevar nuevamente un bolso de mano negro, ha confiado en el poder de su melena pelirroja para dar con ese twist que exige repetir un vestido de invitada. Beatriz ha optado por el pelo semirrecogido con un gran lazo negro de terciopelo que conectaba directamente con el detalle de 'lazo glitter' que vemos en la parte frontal de su pieza italiana.
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Tatiana y su memorable vestido fuscia del Baile de la Rosa
Tatiana Santo Domingo ha impactado en la majestuosa boda griega con otra de sus llamativas elecciones de estilo no aptas para mujeres tímidas. Se trata de un amplísimo vestido fuscia de falda a paneles y mangas cortas abullonadas con lazo al cuello, sacado de la colección Primavera/Verano 2019 de Giambattista Valli, que ha conjuntado con unas gafas de sol negras en forma de corazón de Saint Laurent (que se retiró en su entrada a la catedral), sandalias de tiras plateadas y bolso metalizado. Si también te resultó familiar es porque lo estrenó en otro gran evento real, el Baile de la Rosa de aquel año, donde se distinguió del resto de las mujeres Grimaldi con este potente diseño maxi.
Si bien la mujer de Andrea Casiraghi no fue la única que deslumbró en aquel Baile de la Rosa de 2019, pues también fuimos testigos de los impresionantes vestidos-joya de Alejandra de Hannover, Carlota Casiraghi y Beatrice Borremeo, los tres repletos de brillantes o lentejuelas. Sin embargo, Tatiana otorgó el punto de color a aquella noche con su simbólica elección fucsia de grandes volúmenes, un diseño característico de su estilo personal que esta tarde ha retomado en clave más relajada. Para aquella gala monaguesca, optó por llevar el pelo recogido en un sobrio moño bajo con labios rojos mate, sandalias rojas de Charlotte Olympia y clutch dorado de Isabel Deckel.