Como manda la tradición, cada tercer martes de septiembre se celebra el Prinsjesdag, también conocido como Día del Príncipe. Una celebración en la que los Estados Generales se reúnen con los Reyes de los Países Bajos y en el que, en este caso, el rey Guillermo pronuncia el discurso del trono, Troonrede en neerlandés, con lo que marca a apertura del Parlamento. Para la ocasión, la reina Máxima siempre ha sabido conjugar su estilo personal tan característico con los detalles de moda más sublimes para conseguir un look de gala histórico y fascinante. Sin embargo, este año, ha dado un giro de imagen con una inesperada elección que nada tiene que ver con apuestas previas como el vestido-capa que llevó en 2019, la última vez que acudió hasta la fecha a esta cita.
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Dice 'adiós' a los vestidos
En 2019, Máxima de los Países Bajos impactó con un vestido color burdeos que se adornaba en los hombros con una capelina cuajada de cristales. Una propuesta de Jan Taminiau, uno de sus diseñadores favoritos y el elegido en el día que fue coronado Guillermo como rey, que ha pasado a formar parte de sus looks de gala más impactantes. Un año antes, apostaba por un diseño de corte princesa, en tono pastel y con mangas abullonadas de Luisa Beccaria que también un efecto impactante. Sin embargo, su elección en este año ha querido que vaya definida por dos piezas que crean un favorecedor contraste, pero que evitan la formalidad que le acompañó en anteriores ocasiones.
Para conseguir este look que rompe tradiciones (aunque ya optó en 2016 por un dos piezas, estas eran mucho más formales), Máxima también dirige su mirada a una de sus firmas de cabecera, Natan. De ella, combina en su estilismo un cuerpo que se asemeja a un jersey en tono naranja y con manga francesa que acompaña de una falda larga y acampanada. Esta última prenda presenta un rico estampado floral que sí guarda relación con sus apuestas de este día en 2015 y 2016, donde las flores sí fueron la tendencia que realzó su imagen. Confiando en el poder transformador de los complementos, la Reina elige un tocado que recuerda a las boinas, aunque bien podría también un medio turbante. Favorecedor y a juego con su top, también se coordina con sus guantes, así como con su bolso de mano, un accesorio de estreno firmado por Oscar de la Renta.