El pasado 3 de septiembre Máxima de Holanda inauguraba el curso con un vestido de diosa griega que nos adelantaba cuál era su nuevo color preferido de cara a la nueva temporada, una tonalidad que le sienta fenomenal porque favorece especialmente a las rubias: el verde. Hoy la Reina ha asistido junto a su marido a un acto oficial en el municipio de Deventer, y lo ha hecho estrenando un conjunto firmado por su marca preferida: Natan. Está protagonizado por un elegante diseño muy fiel a su esencia sofisticada y alegre, que ha acompañado, como es habitual, de complementos nada discretos.
Un básico atemporal
Los vestidos de flores son indudablemente uno de esos básicos con los que resulta imposible fallar, y se convierten en una opción ideal para aportar una nota de color al otoño. Máxima ha optado por un modelo de escote barco, manga kimono y falda midi evasé confeccionado en un tejido plisado en tono verde césped y decorado con motivos de flores de almendro. Para potenciar su figura, la pieza cuenta con un cinturón ancho a conjunto, accesorio que realza la silueta sin generar cortes visuales.
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Paleta de color otoñal
Para aportar una imagen algo más otoñal al conjunto, ha optado por combinarlo con accesorios en tono burdeos. Como calzado, ha elegido unos salones de piel con puntera afilada y tacón fino, que ha conjugado con bolso de mano a tono, guantes de cuero y pamela de ala ancha, uno de sus sombreros más característicos. Dejando claro una vez más que, para ella, más siempre es más, ha completado con unos maxipendientes de piedras colgantes que conectan tanto con el vestido como con los accesorios.
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Ha recogido su melena rubia en un moño bajo y ha optado por un maquillaje potente que realzaba su mirada castaña. Ha completado con un delicado labial rosa y colorete en tono tierra.