Los miembros de la realeza retoman sus actividades habituales después de unas merecidas vacaciones de verano. Para la Familia Real de Holanda, esto ha supuesto despedir a la princesa Alexia, quien emprende camino en Gales para cursar el bachillerato junto a la Princesa de Asturias, pero también el regreso de Máxima al trabajo. Su última (e inesperada) aparición pública tuvo lugar el 10 de agosto, justamente en mitad de su descanso estival, cuando llevó por segunda vez el sofisticado camisero azul que fascina a las royals. A pesar de tratarse de una pieza clásica con grandes volúmenes, en la línea de lo que suele lucir la mujer del rey Guillermo, nos hizo extrañar los sellos representativos del armario de Máxima. Por suerte, para la inauguración del centro cultural Amare en La Haya, rescató un vestido tipo batín estampado que en un primer momento combinó con sandalias planas y que anoche transformó en un estilismo de gala.
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Vuelve a su fórmula infalible
En su gran regreso al trabajo, Máxima de Holanda ha retomado sus códigos de estilo característicos con el color verde esmeralda como protagonista, una de las tonalidades más frecuentes en sus looks de fiesta, como el espectacular vestido de gala con el que culminó su gira alemana en 2019. Como es habitual en sus apariciones públicas, incorpora piezas atípicas para eventos protocolares y sabe llevarlas de modo que encajen a la perfección con la ocasión. La pasada noche, recurrió a un vestido de tipo batín con aires bohemios que forma parte de la colección Galaxia de la firma griega Zeus + Dione para la temporada Otoño/Invierno 2018. Lo contrastó con complementos sobrios: sandalias Portofino de tacón fino en ante negro y clutch Bella de satén negro, ambos de Gianvito Rossi.
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El look griego que lleva con sandalias
Se trata del vestido Atlantis verde esmeralda de Zeus + Dione emana el romanticismo etéreo de la mitología griega que lo inspira. Está confeccionado con crepé y mezcla de seda para caer con fluidez, brocado geométrico en tonalidad turmalina y ribetes de terciopelo negro. El estilismo que propone la firma en su catálogo resuena con el estilo hippie que en numerosas ocasiones ostenta la reina consorte. Aunque pertenece a una colección invernal, ha sabido adaptarlo en dos eventos concretos que tuvieron lugar las últimas semanas de verano.
En su armario desde hace cuatro años
Hace casi cuatro años, en septiembre de 2017, la Reina de Holanda acudió como Miembro de Honor del Comité Holandés para el Espíritu Emprendedor a los reputados Premios LOEY, celebrados en Ámsterdam, con el mismo vestido estampado con formato de batín, pendientes maxi y sandalias planas. Aunque no se trata de una gala de etiqueta, quiso hacer un mix de estilo entre su carácter bohemio y la sobriedad que exige su rol, resultando en un look que la situó en los titulares de la prensa internacional.