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Debido a la pandemia del coronavirus, los actos oficiales de los Reyes y sus hijas se han limitado este verano durante sus vacaciones en Mallorca. De hecho, su tradicional posado en palacio fue cancelado, aunque no por ello podemos dejar de recordar esta cita en años anteriores. Sin embargo, durante estos días en la isla balear, la Familia Real ha participado en dos actos y también se ha dejado ver en dos planes nocturnos cuando acudieron a cenar a dos reconocidos restaurantes mallorquines. Durante estos cuatro eventos, doña Letizia nos ha sorprendido con un cambio de estilo que nada tiene que ver con la imagen que le acompañó en el verano de 2020, donde hizo una apuesta casi total por los vestidos blancos de estética adlib. En esta ocasión, se ha decantado por tendencias muy diferenciadas y que podíamos decir en alguno de los casos que eran sin precedentes, así como por un nuevo calzado cómodo que compite con sus habituales alpargatas de cuña con las que evita sus tacones y que ya han copiado la princesa Leonor y la infanta Sofía.
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-Los trucos de la Reina para que las alpargatas con cuña estilicen tanto como unos tacones
-Leonor acierta vestida de flores y Sofía vuelve a confiar en el básico del verano
Un vestido de lino cruzado
El primer posado de la Familia Real en estas vacaciones de 2021 no tuvo como escenario ninguno de los palacios de la isla. En su lugar, los Reyes junto a sus hijas acudieron al centro de interpretación del paraje natural de la Sierra de Tramontana y al Santuario de Lluc en Escorca, Mallorca (4 de agosto). Una cita en la que la Reina sorprendió con una novedad de línea muy cómoda y relajada que se despegaba de su cuerpo, pero que tenía truco porque era muy estilizar a pesar de este detalle. En concreto, estrenó un vestido cruzado en lino azul claro de Adolfo Domínguez (119 euros), que se podía encontrar entre sus propuestas de 2019. Para combinarlo, recuperó su bolso bicolor y tie dye en tejido mallorquín de tela de lenguas, de BolsasFQ (los beneficios de este sello van destinados a la Asociación Catalana de Fibrosis Quística). Y, como joyas, doña Letizia lució sus pendientes de doble daga de Gold & Roses y su anillo de Karen Hallam.
-La Reina estrena en Mallorca el vestido cruzado azul con el que no necesita llevar tacones
Su nuevo calzado cómodo
En este primer acto familiar, doña Letizia evitó los tacones. Es habitual que lo haga en sus looks de vacaciones, sin embargo, optó por sustituirlos por un nuevo calzado cómodo que ha competido directamente con sus tradicionales alpargatas de cuña. En su defecto, la Reina estrenó unas espardeñas típicas de Ibiza con suela plana de yute y fibra natural de pitra que se entrelaza de forma artesanal por todo el modelo, creando tiras y calados. Se trata de un complemento inusual en su vestidor y que firma el sello fundado en 2016 Espardenyes Torres (110 euros), el cual ya figura como favorito en su calzador tras este verano.
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El guiño marinero
El sábado 7 de agosto, los Reyes y sus hijas acudieron a un homenaje al medallista Joan Cardona en el Club Náutico de Vela de Palma de Mallorca. Una cita, que no figuraba en agenda oficial, y en la que la Reina apostó por la estética marinera. Y lo hizo con un vestido con rayas en blanco y azul navy de María de la Orden, diseñadora española que se estrenaba en su armario. En concreto, es un diseño inspirado en el “verano italiano en la isla de Capri”, como precisan desde la compañía, que tiene un valor de 150 euros. Con anchos tirantes y falda de vuelo, lleva incorporado un cinturón a juego para mayor estilización. Lo combinó con un clutch blanco con acabado trenzado, de Uterqüe, y sus espardeñas de Espardenyes Torres. Además, lució unas nuevas gafas de sol con patillas contrastadas, de Nina Ricci, y su anillo de Karen Hallam, así como pendientes de aro dorados.
-El vestido transparente de la Reina y los diseños con truco de sus hijas para ir de cena
Un diseño bohemio y semitransparente para la cena en familia
En la noche del sábado 7 de agosto, los Reyes junto a sus hijas y doña Sofía acudieron a una cena familiar en la terraza del restaurante Ola del mar de Mallorca. Mientras que la princesa Leonor y la infanta Sofía optaron por prendas con truco, doña Letizia impactó con un vestido de estilo bohemio con aplicaciones florales, cinturón con borlas y cuidadas semitransparencias. Un diseño que firmaba el sello español Uterqüe, aunque no era de temporada, pues pertenecía a su colección de verano de 2020. Como calzado, recuperó la confianza en sus alpargatas de cuña, en concreto, rescata el modelo Carina 80 en negro de Castañer (tienen una altura de 9 centímetros) que estrenó el 8 de julio de 2020 y ya ha llevado en varias ocasiones más. Completó su look con su anillo de Karen Hallam y un clutch doble de nailon negro con cinta naranja para llevar en la muñeca, de Bimba y Lola (48 33 euros).
-Minifalda y peto: las alternativas veraniegas de Leonor y Sofía a los clásicos vaqueros
La apuesta tipo caftán con la que se despidió de Mallorca
En la noche del martes 10 de agosto, los Reyes acudieron junto a sus hijas a cenar a El Txoko de Martín, nuevo restaurante de Martín Berasategui en la zona de Santa Catalina en Palma de Mallorca. Para esta inesperada aparición, doña Letizia estrenó un vestido tipo caftán de largo midi, en color rosa y ribetes en negro a juego con dos grandes rectángulos en la parte frontal. Una creación en lino (125 euros) que se ceñía a su figura con un cinturón a juego y que firma el sello Dear Prudence, que también se estrena en su vestidor. Para combinarlo, lució unas nuevas alpargatas planas con tiras al tobillo y detalle de borlas, de las colecciones de 2020 de Oysho; y un bolso con estampado artesanal con guiño a las islas baleares.