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Desde el pasado año, la agenda de la Familia Real en Palma de Mallorca se ha visto modificada con motivo de la crisis sanitaria. Además de suspender su tradicional posado por segundo año consecutivo o su encuentro con las autoridades baleares, el pasado verano los Reyes y sus hijas tras su gira autonómica tampoco pudieron reunirse con doña Sofía. Sin embargo, anoche quisieron recuperar esa bonita costumbre con una cena familiar en la terraza del restaurante Ola del mar, velada a la que se unieron también la princesa Irene de Grecia y el matrimonio formado por Tatiana Radziwill y Jean Henri Fruchaud, amigos de la emérita. Ocasión para la que doña Letizia escogió un elegante vestido negro con transparencias y aplicaciones florales, perteneciente a la colección de verano 2020 de la firma española Uterqüe. Elección que complementa con uno de sus calzados favoritos, las alpargatas de cuña con las que consigue ir tan estilizada como con unos tacones.
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El look con transparencias de doña Letizia
El vestido que eligió doña Letizia presentaba además una discreta abertura en el escote y se entallaba en la cintura, al igual que el modelo de rayas de María de la Orden que la Reina llevó esa misma mañana, estilizando también visiblemente su silueta. Una prenda de lo más elegante que, sin embargo, mantenía cierta estética boho gracias a detalles como las aplicaciones o los flecos que remataban el cinturón. Como calzado, y aunque en sus primeros looks de vacaciones apostó por unas espardeñas, sus ya imprescindibles alpargatas de cuña, en este caso en una versión total black de Castañer, y para completar el estilismo un bolso de mano (de Bimba y Lola) cuyo tejido satinado creaba reflejos azules y negros (además, llevaba una cinta en tono naranja como contraste). De nuevo, su ya característica mascarilla ffp2 ponía el contraste de color, y el moño bajo en el que recogió su melena otorgaba un toque desenfadado al look.
© GtresonlineSofía elige un vestido de Zara con cut-outs
Aunque en todas sus apariciones desde su llegada a la isla la infanta Sofía confió en su básico de verano favorito, los monos, en esta ocasión la menor de las hermanas recupero los vestidos de verano con un diseño de Zara que esconde un secreto. La prenda, de color beis y con estampado de rayas verticales, presentaba una estructura cruzada y se entallaba en la cintura, donde escondía además una abertura tipo cut-out. Un corte apenas imperceptible por la forma en que la Infanta lo ajustó a la cintura, que confirma su evolución hacia un estilo más maduro, moderno y atrevido. A los pies, las alpargatas de Macarena Shoes que prometen convertirse en su calzado favorito del verano.
© GtresonlineVestidos de flores, los favoritos de Leonor
A pesar de mantener una línea estilística coordinada, en sus últimas apariciones las hijas de los Reyes han diferenciado sus looks a través de pequeños detalles con los que defienden un estilo más personal. En el caso de Leonor, apostando por prendas en colores y estampados más llamativos, entre las que destacan los vestidos de flores. Así, mientras que en el homenaje al medallista Joan Cardona destacó con su diseño de Zara con falda de volantes, anoche la Princesa volvió a convertir el color en su seña de identidad con un minivestido floral de Mango en tonalidades rosas, el cual combinó con unas abarcas de plataforma de Mibo. No obstante, de nuevo mantenía cierta conexión con su hermana, en este caso a través de la estructura de la prenda, similar al vestido con falda pareo que llevó en su visita al Centro de Interpretación del Paraje Natural de la Sierra de Tramontana y al Santuario de Lluc. Como pendientes, luce sus piezas con forma de hoja, de Quandari.
© Getty ImagesLa nota diferencial la ponía doña Sofía, conviritendo un año más los estampados en la seña de identidad de sus looks vacacionales. Así, la emérita optó por unos pantalones anchos con print en tonos azules, rojos, negros y beis, los cuales combinó con una blusa blanca de manga francesa, un bolso bandolera blanco y azul marino y unas alpargatas de cuña metalizadas. También quiso llevar consigo un chal de punto, una buena solución a las frescas noches de verano.
