Hasta el próximo miércoles 7 de julio, los reyes de Holanda se encuentran de viaje de Estado en Alemania. Un desplazamiento que comenzó ayer con un encuentro con el presidente del país, Frank-Walter Steinmeier, y su esposa, Elke Büdenbender. Para la ocasión, Máxima tiró de ingenio y estrenó un vestido pintado a mano de una de sus firmas de cabecera, Natan. Por la noche en un banquete celebrado en el palacio presidencial de Bellevue (Berlín), también quiso apostar sobre seguro para su look de gala y eligió una fabulosa creación de uno de los diseñadores en los que deposita mayor confianza, Jan Taminiau. Y, además, no dudó en llevar tiara, siendo la primera vez que lo hace desde el comienzo de la pandemia y distanciándose de otras royals, como doña Letizia, que en recientes compromisos similares han preferido no lucir este tipo de joyas.
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La versión 'discreta' de la tiara Estuardo
En tan solemne ocasión, Máxima ha querido lucir una joya que tiene especial relevancia (y la de más valor) dentro de la Casa de Orange, la tiara Estuardo. Sin embargo, se ha decantado por la versión más discreta de esta creación cuyo origen se remonta a 1960 (fue un regalo del rey Guillermo III a su esposa, María Estuardo), pues si hay algo que caracteriza a esta pieza es su gran diamante frontal de casi 40 quilates. Una gema que puede desprenderse para así transformar esta apuesta y darle un acabado más relajado.
No es la primera vez que luce esta creación en su versión más discreta, De hecho, esa fue su elección para coronar un look de gala durante su viaje oficial la Luxemburgo en mayo de 2018. Donde sí quiso lucir el gran diamante fue durante una cena de Estado con Isabel II en el palacio de Buckingham en octubre de hace dos años. Era la primera vez (en público) que la tiara se acompañaba de esta gema en color azul grisáceo desde 1972, cuando la reina Guillermina lo luciera durante un viaje de Estado también al Reino Unido. "Es algo muy importante para las relaciones entre los Países Bajos y el Reino Unido, por lo que pensamos que este era el momento adecuado para usar la diadema y el diamante de Estuardo. Y esperamos usarlo más a menudo en el futuro. Lo hicimos ayer con mucho orgullo, con un trasfondo histórico para nuestros países", precisó Máxima al periodista especializado en realeza Rick Evers sobre esta decisión.
- Se cumplen 8 años del primer look de Máxima como reina (y con doña Letizia como invitada)
Un diseñador decisivo en su historia como royal
Además de su tiara (y los pendientes y collar que también pertenecen al joyero real), Máxima lució un vestido de Jan Taminiau; diseñador decisivo en su historia como royal, pues fue el que eligió para vestir en la coronación de su marido commo rey de Holanda. Con escote asimétrico de un solo hombro, es una creación que tiene bordados en 3D de cañas de bambú doradas y flores de cerezo que se inspiran en el salón japonés del palacio Huis Ten Bosch (La Haya). Lo estrenó el 28 de abril de 2017 y ya lo ha recuperado en otra ocasión, el 26 de mayo de 2018 durante una cena en el Palacio de Christiansborg (Copenhague) con motivo de los festejos por el 50 cumpleaños del príncipe Federico de Dinamarca.
- Máxima de Holanda impacta con el vestido que no necesita joyas
Como complementos, llevó unas nuevas sandalias en color dorado, con tiras cruzadas en el empeine, pulsera al tobillo, plataforma y tacón ancho, modelo Poppy 100 de Gianvito Rossi (836 euros). Además, recupera uno de sus clutch más originales, el modelo Evil Eye de Begum Khan que se adorna con un gran ojo en su frontal. Lo estrenó en Dublín el 12 de junio de 2019 con su vestido que no necesitaba joyas.