En octubre de 2018, Sofía Palazuelo y Fernando Fitz-James Stuart caminaron al altar de la capilla del madrileño Palacio de Liria para consolidar su unión a ojos de 300 invitados. Las circunstancias de hoy, no obstante, distan mucho de aquellos días de celebraciones multitudinarias en espacios cerrados. Es por ello que la boda de Belén Corsini y el hijo menor del Duque de Alba ha tenido lugar, por elección de los novios, en los jardines de la histórica residencia ante tan solo 100 invitados. La presencia de Sofía estaba garantizada: ella y Belén guardan una magnífica relación al punto incluso de compartir gustos, pues han conectado más de una vez en el departamento de estilo. ¿Necesitas más pruebas? El vestido que ha escogido Sofía Palazuelo para asistir a la ceremonia esconde las claves.
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Una silueta clásica con detalles artesanales
Sofía Palazuelo ha optado por un vestido de Jan Taminiau para la gran ocasión del día de hoy. Se trata de un modelo de costura confeccionado en georgette de seda de color azul profundo, corte midi, capelina delantera y escote pico en la espalda, acompañado de un cinturón de tipo fajín, un complemento frecuente en los looks de invitada de las royals mejor vestidas, en cuyo meticuloso bordado se esboza un paisaje. Resulta más que apropiada la elección considerando el ambiente de la celebración, los jardines del Palacio de Liria.
Atención a los detalles
Sofía Palazuelo comparte con la novia, Belén Corsini, una preferencia por las líneas clásicas y los colores sobrios, palpable en el vestido de inspiración años veinte con sutil volante frontal y cuello redondo que ha escogido la aristócrata. Los complementos dorados de gran tamaño contrastan a la perfección con la opacidad de la seda azul, creando perfecta armonía en su estilismo. La Duquesa ha apostado por unos vanguardistas pendientes geométricos color oro con detalles azulados, en consonancia con el vestido, y sandalias de tacón, bolso de mano y brazalete dorados.
El diseñador de Máxima de Holanda
El holandés Jan Taminiau suele recurrir a paisajes exóticos y mezclas inesperadas de colores para sus creaciones festivas, que parecen haber encantado a Sofía Palazuelo por su originalidad. No extraña, por tanto, que este sea el diseñador de cabecera de Máxima de Holanda, bien conocida por sus vibrantes estilismos con llamativos complementos que marcan la diferencia. La inspiración para el diseño que luce hoy la Duquesa de Huéscar refleja a la perfección la elegancia que suele personificar Sofía Palazuelo en sus looks de invitada, fusionando esta con detalles de aires bucólicos y vintage acordes con el ambiente de la histórica celebración.
Vemos en el boceto original que la primera idea del diseñador era complementar el vestido con accesorios inspirados en aquellos 'locos años veinte', una década que pisa con fuerte en las pasarelas de las grandes casas de lujo. La visión de Jan Taminiau incluye un tocado fascinador en color rojo con una delicada malla sobre el rostro, guantes largos y salones de punta fina. Para el enlace de los Condes de Osorno, el creador holandés ha reformulado su propuesta con fin de adaptarla a la invitada y al romántico ambiente del Palacio de Liria, añadiendo el fajín artesanal con bordado de paisaje.