En Reino Unido llevan desde que comenzó el año confinados de nuevo debido a las malas cifras de la crisis sanitaria internacional, motivo por el que se ha restablecido el teletrabajo para todos aquellos que puedan cumplir con sus obligaciones desde casa, incluyendo a la Familia Real. Los duques de Cambridge están siendo los más activos, y continúan asistiendo a sus citas y reuniones desde casa, centrándose especialmente en temas relacionados con la sanidad, mostrando su apoyo e interesándose, por ejemplo, por cómo se está viviendo el proceso de vacunación. Ayer quisieron agradecer de nuevo a los sanitarios su labor en estos meses tan duros, y lo hicieron derrochando su habitual dulzura y simpatía. En esta cita, además, Kate Middleton volvió a dejar claro que, a pesar de estar trabajando de manera telemática, sigue cuidando al detalle sus looks.
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Amor por el tartán
La Duquesa, que luce actualmente la melena más larga y lisa que nunca, recuperó ayer un diseño que todavía no le hemos podido ver a la perfección, y es que las dos veces que lo ha lucido ha sido sentada, ya sea en un coche o en el sofá de su casa, como fue el caso de ayer. Se trata de una pieza muy navideña pero que, como Kate demuestra, es ideal para cualquier momento del invierno. Está confeccionada en un tejido tartán en rojo, blanco y negro, un estampado que parece haber conquistado por completo a la Duquesa los últimos meses, y es que se ha hecho incluso con una mascarilla a juego.
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Detalles de tendencia
El vestido se trata del modelo Anni de Emilia Wickstead, una pieza de silueta tubo confeccionada en chifón y crepé que añade cinturón ancho a juego -detalle clave en el armario de la Duquesa para estilizar la silueta-, del cual parte una falda midi plisada. El toque de originalidad lo agrega el cuello camisero, que simula que hay otra prenda debajo del vestido, y los puños a conjunto. Aunque pertenece a una de las firmas preferidas de la mujer del príncipe Guillermo, se sale de sus elecciones habituales por el toque de las mangas puffy en mangas semitransparente. Actualmente se encuentra agotado, pero cuando lo estrenó, este diseño estaba rebajado hasta hace unos días a 768 libras (unos 900 euros aproximadamente).
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La primera vez que vimos este diseño fue en diciembre de 2019, y es que Kate lo estrenó para asistir al tradicional almuerzo navideño en Buckingham Palace, una cita que reúne año tras año a la Familia Real británica al completo. Llegó conduciendo su propio coche y saludó a los fotógrafos, pero no trascendieron más detalles del evento, por lo que no pudimos apreciarlo a la perfección. Sin embargo, como es habitual, sus seguidores no tardaron en identificar este diseño que ha recuperado poco más de un año después.