A pesar de pertenecer a la Familia Real Británica (recordemos que es nieta de Eduardo de Kent, primo de la reina Isabel II, y ocupa el puesto 38 en la línea de sucesión al trono) , lady Amelia Windsor ha demostrado no ser una royal al uso. A sus 24 años, la joven se ha convertido en un auténtico icono de estilo hasta el punto de haber llegado a colaborar con varias de las firmas más relevantes del sector, e incluso se atrevió a subirse a la pasarela en la Semana de la Moda de Milán. Siempre fan de las últimas tendencias, adora salirse de lo establecido y apostar por looks que nunca esperaríamos ver en una dama real, como vestidos lenceros, minifaldas, blusas transparentes y un largo etcétera, eso sí, sin renunciar a su característica sofisticación. Con sus últimos estilismos, Mel, como la apodan cariñosamente sus seres queridos, ha demostrado además estar muy concienciada con la sostenibilidad y el medioambiente.
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Amor por el crochet
Hace poco más de una semana, lady Amelia posaba en redes con uno de esos looks inesperados, protagonizado por un vestidito corto de crochet al más puro estilo sixties. Se trata de un modelo de cuello redondeado sin mangas que agrega detalles cut out en la cintura. Más allá de su original estética y su favorecedor patrón, que se ciñe totalmente al cuerpo y potencia la silueta, el diseño destaca por el mensaje que transmite: "Los vestidos de la firma Cro-che están hechos a mano por artesanas independientes de todo el mundo que trabajan desde casa, lo que les permite estar con su familia y no viajar a las grandes ciudades para trabajar en fábricas abarrotadas y, a menudo, inseguras" explicaba ella misma en redes. De esta manera, daba voz a la moda sostenible y expresaba las ventajas de la tradicional técnica del ganchillo, ya que permite no desperdiciar prácticamente materiales y "crea un patrón magnífico usando solo los productos necesarios".
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Invitada sostenible
Si pensabas que este apoyo de la joven británica a la moda eco era un hecho puntual, nada más lejos de la realidad, y es que busca siempre dar visibilidad a marcas que trabajen de manera artesanal con tejidos sostenibles. Apenas unos días después de posar con su vestido fucsia, compartió en sus historias efímeras unos vídeos en los que aparece ataviada con un look de invitada perfecta zero waste. Contaba con estampado floral en tonos pastel y estaba compuesto por top nido de abeja -una de las tendencias más punteras de la temporada- y falda 'escalón' de volantes. De nuevo, Amelia quiso explicar los motivos por los que mostraba este conjunto de Tea&Tequila, una firma londinense-mejicana que crea estos modelos a mano y que dona parte de sus ventas a la organización Tree Sisters, cuyo objetivo es acelerar la reforestación tropical.
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Segunda vida
Además de intentar comprar solo lo necesario en comercios artesanales, que cuidan tanto a los trabajadores como a los clientes y procuran siempre trabajar con materiales ecológicos que no dañen el planeta, otra de las técnicas de la aristócrata inglesa para frenar el consumismo es darle una segunda vida a las prendas de su armario (o incluso del de otras personas). Hace unas semanas, demostraba su maestría al convertir un delantal que compró en una tienda de ropa de segunda mano en un romántico vestido para celebrar la Pascua. Lo cierto es que sino hubiera explicado ella misma la procedencia de esta prenda, ni siquiera nos habríamos dado cuenta de que es vintage, y mucho menos un delantal, porque su diseño es de lo más apetecible de cara a la temporada primavera-verano.