El 19 de junio de 2014 fue una de esas fechas marcadas en el calendario de nuestro país, puesto que tuvo lugar la investidura de don Felipe como rey de España tras la abdicación de su padre, el rey Juan Carlos I. Este histórico evento, que, como no podía ser de otra manera, se celebró por todo lo alto, también fue el primero de doña Letizia como reina consorte y de su hija Leonor como princesa de Asturias y, por lo tanto, primera en la línea de sucesión al trono español. Para esta cita tan sumamente especial, la Reina escogió un sofisticado conjunto blanco decorado con aplicaciones de pedrería multicolor que se ha convertido en uno de sus looks más icónicos. Sus dos hijas también acapararon todas las miradas y generaron cientos de titulares en todo el mundo debido a su espontaneidad y su simpatía, así como a sus ideales vestidos a juego.
Siempre conectadas
Si el ya famoso conjunto de doña Letizia era obra de Felipe Varela, su gran aliado para las ocasiones más especiales, los de sus hijas llevan el sello de las modistas asturianas Nieves García Torres y Teresa Fernández Castro. Aunque poco a poco Leonor y Sofía comienzan a diferenciar sus estilos adolescentes, es más que habitual que en las citas más señaladas como es el caso de una entrega de premios o, en este caso, la coronación de su padre, continúen conectando sus looks, ya sea en cuanto a cuestiones cromáticas o luciendo el mismo diseño en dos tonos distintos, algo que ha sido recurrente desde que eran pequeñitas. En esta ocasión, llevaron vestidos exactos hechos a medida pero en paletas de color diferentes.
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Detalles que marcan la diferencia
Aunque, como decimos, cada una llevó un tono, lo cierto es que se coordinaban a la perfección, puesto que ambos diseños eran pastel. Mientras que la princesa de Asturias, quien por aquel entonces tenía ocho años, optó por el rosa empolvado, su hermana, de siete, fue de azul bebé. Las dos lucieron el mismo diseño de silueta corola -un patrón muy característico en el armario de su madre- con escote redondeado, manga francesa y falda evasé por encima de las rodillas. Estaban confeccionados en un elegantísimo tejido de seda natural en jacquard con detalles brocados, y agregaban un lacito a tono en un lado de la cintura.
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Su calzado preferido
Como era de esperar, puesto que prácticamente el 100% de las veces que las vemos en un acto público las llevan (excepto en algún posado familiar en el que eligen opciones más frescas como menorquinas o sandalias), las niñas remataron sus estilismos con bailarinas. Las dos lucieron pares metalizados de la casa española Eli para aportar esa dosis extra de elegancia que requiere un acontecimiento de este tipo: Sofía escogió unas en plateado decoradas con lazo en la puntera, que conjuntaban perfectamente con los matices de su vestido, y Leonor se decantó por unas muy similares pero en dorado y sin lazo.
Otra de las diferencias entre ambos looks residió en su cabello. Aunque muchas veces lucen sus características melenas rubias peinadas de misma manera, esta vez apostaron por dos estrategias diferentes para despejar su rostro. Es cierto que las dos llevaron el pelo liso peinado con raya al lado, pero la primogénita añadía dos trenzas de raíz laterales mientras que su hermana pequeña remataba con una diadema decorada con un lazo-joya.
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