Pocos podían imaginar hace 365 días que, un año después, la vida de la Familia Real británica habría experimentado tantos cambios. Sobre todo desde que Meghan Markle y el príncipe Harry decidieron dejar de ser miembros senior y mudarse definitivamente fuera de Reino Unido. Este 8 de junio será muy diferente del que tuvo lugar en 2019 cuando los fans de la duquesa de Sussex no podían contener la emoción por su regreso, al hacer un parón de la baja maternal. La cita no podría haber estado más a la altura, ya que fue la celebración del Trooping the Colour que homenajea el segundo cumpleaños de la reina Isabel II. Para la ocasión, en la que volvería a posar en el balcón del Palacio de Buckingham, una de las imágenes más esperadas, optó por un look muy elegante en azul oscuro con el que se distinguió por completo de Kate Middleton, quien prefirió apostar por el luminoso amarillo pastel. Y, ya que este año se ha tenido que adaptar el evento a las circunstancias con ciertas modificaciones -tendrá lugar el 13 de junio y se trasladará al Castillo de Windsor en una versión mucho más íntima-, hemos querido recordar las últimas elecciones de estilo de las duquesas británicas.
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Si hay una tonalidad que no falla en el armario de Meghan cuando la ocasión es solemne, se trata del azul marino. Un color que le hemos visto llevar en actos oficiales de día, en las veladas más especiales o incluso homenajeando a Diana de Gales. Fue la versión más saturada a la que volvió a recurrir el año pasado con un diseño de Givenchy. Aunque, tratándose de ella, la sorpresa estaba garantizada, un factor que llegó cuando descubrimos que era un look formado por vestido y capa de manga corta y acampanada.
Complementos de alto impacto y un truco de Kate
Una vez la prenda de abrigo se retiraba, llamaban la atención las mangas a contraste en blanco, las auténticas encargadas de adaptar el diseño a la estación veraniega -siguiendo una estética marinera-, así como de crear un llamativo color block. Aunque no podemos negar que fueron los complementos los encargados de sumar puntos de estilo. Especialmente el tocado ovalado con una fina pluma, que se volvió el centro de las miradas. La novedad respecto al año de su debut en el cumpleaños de la Reina fue que prefirió recoger la melena siguiendo el truco con el que Kate Middleton siempre acierta en el evento desde que es madre.
Un duelo de estilo de luces y sombras
El azul marino, el color que mejor representa la noche, fue el que escogió la duquesa de Sussex y, sorprendentemente, la duquesa de Cambridge apostó justo por la sombra contraria en cuanto a significado. Un look amarillo, tonalidad que nos recuerda a la luz del día por el sol y nos transporta al verano, fue el que lució Kate Middleton. Aunque ella prescindió del dos piezas escogiendo un vestido ceñido al talle de manga francesa que era obra Alexander McQueen, repitiendo la firma que tan buen resultado le había dado en 2018 con el diseño baby blue.
El tocado, de Philip Treacy, también se convirtió en todo un reclamo al ir ladeado sobre su cabeza con diferentes flores y espirales. Pero la diferencia cromática entre ellas no fue lo más peculiar del día. Y es que el look que llevó la mujer del príncipe Harry nos resultó muy familiar al trasladarnos a la elección de otra royal europea. Fue doña Letizia quien, un año antes del Trooping the Colour, había visitado Reino Unido con un diseño cítrico muy similar. La conexión entre ambas es más evidente si tenemos en cuenta que en la mezcla de la reina de España tampoco faltó un sombrero ladeado con el toque floral, por lo que no se puede descartar que fuera la fuente de inspiración.
La historia detrás de Trooping the Colour