Tal y como publica la revista ¡HOLA! de esta semana, Tamara Falcó es la nueva marquesa de Griñón tras el fallecimiento de su padre el pasado 20 de marzo. Carlos Falcó, quien hasta ahora ostentaba este título, dejó claro en sus memorias el deseo de que su hija con Isabel Preysler fuera la que lo heredara, algo que a la diseñadora le ha resultado especialmente emotivo e ilusionante. Para ilustrar esta inesperada noticia, ¡HOLA! recupera en su portada una fotografía en la que Tami, como la llaman sus seres queridos, posa con la elegancia que tanto le caracteriza. En ella, corona su estilismo con una fabulosa pieza de joyería, una tiara cuya historia te desvelamos.
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La imagen fue tomada en 2007, cuando apenas tenía 25 años, en París, durante una visita al museo de Chaumet en la emblemática Place Vendôme de la capital francesa. Tamara aparece enfundada en un sensual y sofisticado vestido satinado en tono topo que va atado al cuello, se entalla a la silueta y deja la espalda y los brazos al descubierto. A pesar de lo llamativa que es esta elección, sin duda, todas las miradas van a parar a la impresionante joya con la que remata el look, una tiara de la firma de alta joyería francesa. Bautizada como Flor de Pensamiento, está realizada bajo la dirección del maestro Jean-Baptiste Fossin y se calcula que data de 1850 aproximadamente.
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Está creada en plata, oro y diamantes, y se considera una de las piezas florales más icónicas de la casa. Tal y como explican desde Chaumet, la ejecución de las flores por el maestro joyero es un magnífico estudio de la naturaleza. Los pétalos están representados en varios planos, y reflejan a la perfección la curva de los lóbulos y el patrón irregular de la corola. En el centro de cada flor se muestra un diamante central a modo de corazón del pensamiento. Además, se trata de una pieza desmontable, puesto que estas piezas botánicas pueden quitarse para ser lucidas como broche o como adorno para el cabello, algo que hemos visto hacer a numerosas royals con varias de sus tiaras o coronas, incluida la propia doña Letizia. De hecho, esta joya guarda cierto parecido con la diadema de Mellerio, la preferida de la Reina.
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Esta imagen tan regia sirve para plasmar a la perfección la nueva condición de marquesa que hereda Tamara, pero lo cierto es que ella siempre ha tenido un estilo muy aristocrático y refinado, en el que apuesta por los básicos atemporales más infalibles pero también aporta toques de tendencia mediante las prendas y accesorios que triunfan cada temporada.