Son varios los factores que reúne el armario de Ana Boyer los que consiguen que le sigan cientos de miles de personas en sus perfiles sociales, siempre pendientes de sus últimos estrenos de tendencia. Además de manejarse a la perfección con el fondo de armario, hace de la elegancia el denominador común de todas sus apariciones, ya sean como parte de citas especiales o en su día a día. La figura de su madre, Isabel Preysler, también ha tenido un papel fundamental a la hora de que desarrollara el gusto por la moda. Si a la ecuación le sumamos su relación con Cristina Reyes, su mayor apoyo en materia de estilo, no es de extrañar que como resultado, sus looks triunfen entre sus fans, quienes aplauden virtualmente sus combinaciones cada vez que sube una foto. Precisamente, es su estilista quien ha compartido con HOLA.com cuáles son algunos de los trucos que sigue quien ha sido considerada, en varias ocasiones, la invitada perfecta.
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Tal y como nos cuenta Cristina, el suyo es un estilo "bastante casual en el día a día, pero para eventos tremendamente estilosa". Solo hay que repasar sus combinaciones rutinarias para comprobar que confía en las prendas básicas más cómodas del armario, dejando los looks de impacto para las citas especiales. "Para su día a día las deportivas, vaqueros y pitillos", son algunas de las prendas que no le fallan según su estilista. "Para bodas o demás eventos: vestidos midi y mini, sandalias, cuñas... En cuanto a joyas, lleva muchas pulseras finitas que no se quita nunca y que le dan un aire muy cool", afirma Cristina.
Siendo hija de Isabel Preysler, la influencia de quien es considerada una de las mujeres más elegantes del país queda patente en su armario, lo que confirma la propia Cristina Reyes: "Su madre es su referente de estilo". Pero, profundizando más en las enseñanzas que podría haberle transmitido a Ana, la estilista afirma que es el respeto hacia la etiqueta la lección que habría aprendido a respetar, a toda costa, de ella. "Darle importancia al dress code, saber que la imagen hay que cuidarla siempre...", enumera.
Cristina es consciente de que una de las mayores dificultades de su trabajo radica en conectar con sus clientas y ganarse su confianza para que se establezca una relación casi de amistad. Y, ¿cómo es ese trato con Ana Boyer? "Es muy fácil, me encanta trabajar con ella. Tengo la suerte que se fía mucho de mí y me deja bastante libertad, lo cual como estilista se agradece", dice. Además, afirma que no hay ninguna tendencia en la lista negra de la hija pequeña de Isabel Preysler: "No tenemos nada en particular que no le guste".
Sí que es cierto que, mientras otras celebridades son capaces de dejarse llevar por las propuestas más peculiares de la pasarela, Ana prefiere apostar por looks siempre elegantes cuando se trata de crear combinaciones más arregladas. "Le gusta llevar la tendencia justa, no es nada fashion victim. Pero sí que le gusta saber que va perfecta", afirma Cristina. Un ejemplo que pone la estilista es el look que llevó al bautizo de su hijo Miguel, que, en sus palabras "fue un bombazo. Y fue analizado por todos lados. En un hora lo teníamos claro", dice hablando del vestido Clementina firmado por Temperley London.
Lógicamente, en este tipo de eventos, que se convierten en una parte fundamental de los recuerdos al ser momentos de la vida de especial importancia, Cristina admite que no suele darle muchos consejos. La conexión que existe entre ellas, fruto del tiempo, es capaz de terminar con cualquier duda. "Llevo trabajando con ella ya casi 10 años para eventos y todos sus shootings. Al final nos entendemos ya solo con la mirada", afirma. Aunque, además del visto bueno de su clienta, no falta el aprobado de Isabel Preysler. "Siempre contamos con la opinión de su madre, a la que siempre hace participe de qué le parece el look escogido", afirma.
A la hora de encontrar qué prendas o anchuras son las que más le favorecen, Cristina siempre tiene en cuenta cuál es su punto fuerte. "Tiene unas piernas tan ideales que en su momento hacíamos mucho hincapié en ellas, pero llegaron los vestidos midi que tanto nos gustan", cuenta la estilista explicando el porqué del distanciamiento con los cortes más atrevidos del armario. "También tiene una cintura pequeñita. En general tiene un tipazo y un color de piel maravilloso todo el año, que eso ya hace que la mitad del look esté ganado", afirma.