Los duques de Cambridge se encuentran en una de sus semanas más intensas. Este martes dio comienzo el tour por Irlanda, un viaje de tres días que supone su primera visita oficial al país vecino y para el que Kate Middleton está sorprendiendo con una maleta llena de guiños, ya que desde su llegada, el verde -color oficial de la nación- se ha colado en su vestuario. La primera vez sucedió con su look de viaje y, posteriormente, en la recepción ofrecida por el embajador británico, ocasión en la que el esmeralda más glamuroso volvió a acompañarla en un vestido de brillos. Para su segundo día en la isla también ha apostado por una mezcla con mensaje, aunque de una forma menos evidente a través de complementos. Fue durante la visita a un centro de salud mental en Dublín para menores, cuando el tercer estilismo del equipaje de la gira royal volvió a sorprender a los fans de estilo de la mujer del príncipe Guillermo.
Y es que Kate, conocida por ser una de las mujeres de la realeza que más a menudo procura reciclar su armario, volvió a tirar de 'archivo' para su cita al país vecino. De hecho, recuperó un abrigo que estrenó, nada más y nada menos, ¡en 2008! Si la duquesa de Cambridge necesitaba pruebas de que había conseguido dar con un estilo atemporal, su abrigo es el mejor ejemplo. El modelo firmado por Reiss es fácilmente reconocible por su cuello asimétrico, un detalle que nos ha remontado a la ceremonia de graduación del príncipe Guillermo en la Royal Air Force, que tuvo lugar el 11 abril de hace 12 años.
¿Lo que convierte este diseño en una prenda casi 'mágica'? Su poder de resistir al paso del tiempo como si acabara de salir de una propuesta de pasarela. Entallado a la cintura, con vuelo acampanado y botones negros cruzando la solapa delantera, la prenda llegaría a aguantar sin problema otra década por dos razones. En primer lugar, su patrón sigue una anchura clásica con la parte superior entallada y la silueta de corola. Además, al ser en un color neutro, le declara la guerra a las tendencias por partida doble. Debajo del chaquetón, Kate llevaba una blusa negra con lunares blancos de Equipment que se sincronizaba con los pantalones, también oscuros. El toque final lo pusieron los botines de Russel & Bromley.
Pero, ¿dónde se encuentra entonces el guiño al viaje oficial que les había alejado de Reino Unido? Precisamente en sus complementos, lugar donde se escondió el detalle con el que homenajeaba a Irlanda. La duquesa de Cambridge apostó por un modelo muy concreto de Daniella Draper, una diseñadora británica de joyas, unos aros plateados con charms con forma de hoja de trébol y que cuestan 138,14 euros. Que escogiera esa planta no es casualidad, ya que es símbolo y emblema del país que se encuentran visitando.