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A pesar de contar con sangre azul, Carlota Casiraghi ha hecho siempre de la discreción su mayor característica. La hija de Carolina de Mónaco evita los actos públicos y vive en París alejada de palacio. Acaba de publicar un libro de filosofía, ha anunciado que vuelve a retomar sus estudios universitarios y disfruta de una vida tranquila junto a su marido, Dimitri Rassam, y sus dos hijos. Está claro que Carlota no es una royal al uso, y cada seis meses renuncia a esa ansiada privacidad para acudir a la Paris Fashion Week, donde no se pierde ni un desfile de su firma fetiche: Saint Laurent. Esta vez no ha sido menos, y ha posado a su llegada con un estilismo inesperado en el que deja de lado por una noche sus habituales minifaldas y chaquetas de cuero en favor de una opción de estética retro.
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La primogénita de la princesa de Mónaco nos tiene acostumbrados a sus looks cañeros protagonizados por shorts, monos en clave mini, faldas de cuero y chaquetas tipo biker, prendas indispensables en su armario roquero. Sin embargo, en esta ocasión ha querido salir de su zona de confort y arriesgar con un conjunto que demuestra que está al tanto de las últimas tendencias en moda. Carlota arriesga y gana mezclando prendas básicas con un twist. Escoge blusa sencilla en tono verde caqui, pantalones de estampado príncipe de Gales y blazer azul marino con hombros estructurados y botones dorados. El corte del pantalón resulta totalmente apetecible, y es que no es ni culotte ni palazzo, sino un concepto intermedio que es aún si cabe más favorecedor gracias a su tiro alto y el patrón estrecho que se acampana en el bajo sin llegar a cubrir los tobillos.
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El toque diferencial lo aportan los inesperados accesorios. Huyendo del tópico de que hay que combinar cinturón y calzado, opta por llevar uno en tono cuero con hebilla dorada y le suma botines negros de acabado acharolado, un par con tacón ancho y puntera afilada que aportan ese toque roquero tan suyo al look. Remata con bolso de mano tipo sobre de la firma anfitriona y corona su peinado con un complemento que ha acaparado todas las miradas. Carlota ha presumido de nuevo look, y es que ha cortado considerablemente su melena, que antes llevaba por debajo del pecho. Para darle más énfasis a este cambio de imagen, ha optado por coronar su cabello, peinado con textura de manera muy natural como es habitual en ella, con una sorprendente bandana.
Este tipo de pañuelos al más puro estilo pirata se popularizaron en los 90 y ahora están viviendo una nueva época dorada gracias a expertas en moda y modelos de la talla de Gigi y Bella Hadid, Kendall Jenner o Hailey Baldwin. Ahora es Carlota la que se apunta a esta tendencia que las royals tienen desterrada desde hace años, y lo hace con un modelo marrón con estampado geométrico vintage. En cuanto al look de belleza, opta por la naturalidad una vez más y luce un rostro jugoso con colorete melocotón, ojos ligeramente ahumados, labial rosado y cejas con efecto despeinado.
Carolina de Mónaco fue precisamente una de las mujeres que hizo de la bandana una gran aliada en la década de los 70, en plena adolescencia. A pesar de que actualmente son varias las celebrities que se han apuntado a esta tendencia, lo cierto es que Carlota es la primera royal en recuperarla ahora, pero no nos sorprendería que otras tan atrevidas como ella (desde Rania de Jordania hasta Olympia de Grecia o Pauline Ducruet se apunten en los próximos meses.