Este fin de semana, Donald y Melania Trump han dado el pistoletazo de salida a las carreras de coches de las 500 Millas de Daytona (NASCAR Daytona 500 auto race) en el estado de Florida. Allí, el presidente de Estados y su esposa abrieron la carrera montados en su limusina oficial que dio una vuelta a este circuito estadounidense. Para la ocasión, la Primera Dama se decantó por definir su look a través de una pieza recuperada de su armario, un vestido francés de falsos lunares que llevó hace tres años y que ha transformado gracias a un infalible truco de estilo a través de complementos básicos.
Con un diseño de patrón clásico, pero con detalles innovadores, Melania Trump recicla un vestido negro sin mangas, con escote en V y falda midi acampanada en línea New Look. Se trata de una creación de Dior que se acompaña de un falso estampado de lunares que se consigue a partir de bordados en 3D en el mismo tono del diseño y en blanco, creando un favorecedor contraste. Además, gracias a este juego de tonalidades neutras, la Primera Dama consigue combinarlo rápidamente con complementos en estos tonos, dándole un resultado final diferente según opte por unos u otros.
En esta ocasión, Melania Trump se decantó por conjugar su vestido con accesorios en color blanco. Siguiendo su truco de estilo infalible y preferido, llevó un ancho cinturón con efecto corsé con el que logra estilizar aún más su silueta con curvas. Un complemento en piel con calados, que encuentra entre las propuestas de la firma Alaïa (1.092 euros). A juego, lució unos salones de Christian Louboutin de estilo clásico y tacón de unos 12 centímetros aproximadamente.
No es la primera vez que Melania Trump muestra este vestido de falsos lunares. El 6 de abril de 2017, fue su apuesta para acudir al evento Wounded Warrior Project Soldier Ride en la Casa Blanca (Washington). En aquella ocasión, siguió la misma fórmula para combinarlo, pero lució diferente al decantarse por accesorios no en blanco sino en negro. Igualmente, jugó con su silueta al elegir un cinturón tipo corsé, aunque de la firma Alexander McQueen y de estilo menos romántico y más sobrio. A juego, unos salones de altísimo tacón, también de Christian Louboutin.