A falta de una semana para que se entreguen los Oscar, Londres se viste hoy de fiesta para celebrar los BAFTA, es decir, los premios más importantes de la industria del cine en Inglaterra, una cita a la que han acudido un año más los duques de Cambridge. El príncipe Guillermo y su mujer han logrado eclipsar de nuevo a las estrellas del séptimo arte al pasear por la alfombra roja con sus estilismos de gala. En esta ocasión, los organizadores de la velada pedían a sus asistentes que por favor abogaran por la sostenibilidad al reutilizar prendas que ya tuvieran, recurriendo diseños vintage o escogiendo modelos confeccionados con materiales sostenibles. Kate Middleton, que ha demostrado en numerosas ocasiones su implicación con la causa al convertirse en una de las 'reinas' del reciclaje en cuestiones de moda, ha optado por la primera opción al volver a lucir uno de sus fabulosos vestidos.
Para pisar la alfombra roja, la duquesa de Cambridge ha reciclado una creación con la que conquistó Asia. Concretamente, se trata de un vestido de Alexander McQueen que llevó en una Cena de Estado en Malasia como parte del tour por el sudeste asiático con motivo del Jubileo de Diamantes de la reina Isabel II en 2012, es decir, la celebración de sus 60 años en el trono. En color blanco y estilo nupcial, es un modelo que se realza con bordados dorados con forma de flores de hibisco y bandas en las mangas y bajo el pecho en corte imperio.
Para complementarlo, Kate opta por accesorios en tono dorado que se coordinan a la perfección con los bordados de su vestido. En sus manos, lleva un nuevo clutch-joya, el modelo Marano de Anya Hindmarch (537 euros). Y como calzado, optó por unos salones a juego, modelo Romy de Jimmy Choo. Como joyas, estrenó piezas de Van Cleef & Arpels. Concretamente, se decantó por diseños de la colección Magic Alhambra, presentada en 2006 y que simboliza la buena suerte a través de formas de trébol de cuatro hojas: collar de madreperla blanca y oro amarillo (8.000 euros) y pendientes largos a juego (5.600 euros).
El día que Kate estrenó su vestido de inspiración nupcial con bordados florales de Alexander McQueen (13 de septiembre de 2012) también lo acompañó de complementos dorados. En este caso, recuperó un clutch de Wilbur & Gussie. A diferencia de este 2020, prefirió relajar su look en cuanto a las joyas elegidas. No quiso llevar collar con lo que liberó su escote visualmente de ornamentos y sí que se decantó por pendientes largos, en esta ocasión, con formas de hojas, de Catherine Zoraida. Un diseño a juego con un brazalete que mostró en su muñeca derecha.
Los duques de Cambridge, en los Bafta