Tal y como sucedió a principios de 2019, parece que la duquesa de Cambridge se ha propuesto comenzar el año reduciendo los estrenos y dando una oportunidad a las prendas de hace varias temporadas. Si ayer volvía a lucir su conjunto de tweed de dos piezas para acudir a un taller organizado en el hospital infantil Evelina de Londres, hoy revalidaba su título como una de las mujeres de la realeza más comprometida con el medio ambiente volviendo a rescatar un complemento para su visita a la guardería y escuela preescolar Leyf Stockwell Gardens. Pero este mes Kate no solo ha reciclado ropa, también ha confiado en el sello de Amancio Ortega estrenando la que ha sido su compra del mes: una falda de 8 euros, de Zara.
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Reutilizar vestidos de verano en invierno o sus complementos favoritos en actos oficiales es algo que la Duquesa lleva a cabo desde hace años, evitándo así convertirse en la royal europea que más presupuesto emplea en moda. Esta semana no ha dudado tampoco en repetir algunas de sus combinaciones de estilo favoritas. Hoy en concreto, el protagonista ha sido un diseño en color aguamarina largo de corte recto. Debajo del chaquetón, Kate Middleton añadió un jersey de cuello alto de Sézane, la otra prueba de que su look buscaba la sostenibilidad ya que es una firma conocida por usar materiales eco-friendly. Por último, unos pantalones negros vaqueros pitillo, de la misma firma francesa, ponían el punto final a la mezcla tricolor.
Aunque uno de los detalles más destacables del estilismo de la duquesa de Cambridge fueron sus zapatos. Y es que a nadie se le pasó por alto que, quien es una de las royals más conocidas por exprimir al máximo su armario, repetía los botines. El modelo, de tacón bajo y ancho de inspiración cowboy, en color negro, era el mismo que lució en octubre de 2018 a su visita al polideportivo Basildon Sporting Village. Si en aquella ocasión dejó que la americana pusiera un toque más formal a su combinación, para la cita de esta semana, el jersey de cuello alto a contraste seguía la estética casual de uno de los looks más cómodos de la mujer del príncipe Guillermo.
El modelo está firmado por Russey & Broomley, una firma de calzado de lujo cuyo modelo, el Fallon Dry Mid Zip Chelsea Boots, ha sabido resistir el paso de las temporadas tal y como se ve sobre estas líneas. La mala noticia es que ahora resulta más difícil de encontrar los botines que rondaban los 682 euros, aunque la firma ha creado propuestas parecidas. Entre la elección del color. el imbatible negro, y el diseño, con el corte de la caña a la altura del tobillo, Kate Middleton hizo una de sus compras más inteligentes al ser un tipo de zapato que nunca pasa de moda y que, además, funciona con todo el armario.